¿Por qué lado hay que colocar el supositorio? Te explicamos cómo administrarlo correctamente

Introducir un supositorio puede ser muy complicado. Por eso, un experto ha explicado por qué lado hay que hacerlo para que nuestros hijos no lo expulsen.

Niña con dolor en la tripa (Foto. Freepik)
Niña con dolor en la tripa (Foto. Freepik)
Laura Ortega
14 mayo 2024 | 15:00 h
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Un supositorio es un tipo de medicamento que se administra por la vía rectal. En el interior del artículo se encuentra la medicina y permite que el fármaco se libere hasta entrar en el torrente sanguíneo de cara a hacer efecto. La temperatura del recto permite que la masa que lo rodea se derrita y segregue el interior de la medicación.

Esto puede suponer todo un reto, especialmente de cara a colocárselo a tus hijos. Ante ello, el farmacéutico Pablo García (@medicadoo) explica cómo hay que introducir un supositorio de manera correcta.

“Lo básico es saber que se introduce por el ano”

Es un método al que se recurre cuando administrar la medicina por la vía oral no es posible. En décadas anteriores, era muy usado en el área de pediatría. Muchos niños son reacios a ingerir los medicamentos por la vía oral, por eso se les introducen supositorios ocasionalmente para tratar algunas dolencias como el estreñimiento, hemorroides o antibióticos. Por otro lado, algunas indisposiciones como las convulsiones, vómitos o nauseas también imposibilitan la ingesta oral.

Como Pablo apunta, actualmente, apenas se usa este método. Salvo casos de estreñimiento, donde todavía es más habitual emplear supositorios de glicerina, que son los más vendidos hoy en día. Gracias a sus propiedades laxantes ablanda las heces y facilita su salida desde el intestino.

El supositorio tiene una forma cónica y cuenta con dos partes; una puntiaguda y otra plana, a esta se le llama ‘parte Roma’. El farmacéutico Pablo García revela qué lado es el adecuado.

PARA INTRODUCIRLO

Pablo afirma contundente que: “No hay una manera incorrecta de introducirlo”, puesto que va a funcionar correctamente por ambas partes. Nuestro sentido común nos empuja a introducirlo por la parte puntiaguda cuya colocación puede resultar más sencilla.

Pero, una revisión publicada en la revista The Lancetdeterminaba que la mejor manera para hacerlo es por el lado contrario, por la parte Roma. Así, la posibilidad de expulsar el supositorio de manera involuntaria disminuye en gran medida. De esta forma, la retención es mayor y ayuda al esfínter a cerrarse y mantener el medicamento dentro.

García resume: “Si te toca ponerlo, lucha contra el sentido común e introdúcelo primero por la parte Roma”.

Para introducirlo, hay que lavarse las manos antes y después. Conviene evitar manipularlo en exceso, o de lo contrario, puede derretirse. Una postura que facilita su introducción es tumbado y boca abajo. O bien, de costado con una pierna estirada y otra flexionada hacia el torso.

Con las puntas de los dedos, introducir por el punto Roma en el ano y mantener al niño tumbado. Hay que apretar sus nalgas para evitar que los expulse haciendo fuerza.

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