Son muchas las personas que sufren de piel atópica, y es que, son múltiples los componentes que desencadenan y agravan la piel de este tipo. Desde el componente genético, inmunológico o las condiciones ambientales, pueden verse involucradas en este proceso.
Algunos agentes irritantes o una hidratación pobre pueden empeorar los síntomas. Ante ello, conviene cuidar la ropa y la hidratación del bebé.
El enfermero pediátrico, Pedro Camacho (@mireciennacido), aporta una series de recomendaciones y consejos para cuidar de la piel de un bebé con tendencia atópica.
ROPA SUAVE
La ropa es uno de los factores a tener en cuenta si queremos garantizar la comodidad de un bebe con piel atópica. Es preferible optar por ropa por tejidos naturales como el algodón o el lino. Y evitar los tejidos sintéticos o la lana. Así como prescindir del suavizante.
Por otro lado, conviene comprobar las costuras gruesas o quitar las etiquetas en la ropa para evitar roces en la piel. De igual manera, es clave lavar la ropa antes de usarla y usar un detergente líquido suave sin fragancias ni colorantes que puedan irritar la piel del bebé.
Buscar la etiqueta de “hipoalergénico” en los productos que usamos es muy útil para evitar irritaciones. Camacho recomienda usar la función de doble enjuague de la lavadora, así como usar la secadora para obtener un resultado más suave en la ropa.
"La hidratación es clave, ya lo sabes"
Las estaciones de primavera y otoño son época de alérgenos, por lo que conviene extremar las precauciones durante esos meses. Así, estamos evitando que las partículas alérgicas del aire se adhieran a la ropa, y por proximidad, a la piel del bebé.
CUIDADO DE LA PIEL
La clave es la hidratación, especialmente de cara al invierno. Los cambios de temperatura son especialmente perjudícales para las pieles atópicas, pueden empeorar su condición significativamente.
Tanto es así, que Pedro recomienda baños rápidos con agua templada. Después, es muy beneficioso que se aplique una capa de crema o loción hidratante o emulsionante inmediatamente tras el lavado, cuando la piel aún permanece húmeda.
Si observas zonas rugosas o que piquen, o indiquen un brote, es importante empezar con el tratamiento cuanto antes.