Los niños no vienen con un manual bajo el brazo. Desde que nos enfrentamos el primer día con el momento de cambiar el primer pañal, hasta cómo gestionar los cambios de la adolescencia… La vida nos va llevando, día a día, año a año, al paso del tiempo y, con él, al crecimiento de nuestros pequeños. Es normal que muchos de esos momentos intermedios se nos puedan hacer bola o no sepamos cuál es la mejor forma de actuar. Criar a los hijos no es tarea fácil, pero tampoco podemos dejar que nos gane la inseguridad. Así que, ¿cómo educar a nuestros hijos sin volvernos locos?
A esta pregunta da respuesta Angélica Joya, psicóloga clínica y máster en Psicología Adleriana y Psicopatología, en su nuevo libro, ‘Educar sin desesperar’. En él, la experta ha querido resolver “los retos más comunes que tenemos como padres y madres en el día a día”. “En la actualidad te encuentras con libros que hablan de todo el cambio de mirada y te presentan métodos educativos o te hablan solo de un tema en concreto”, dice para Estetic. Pero en su nueva publicación ofrece “un primer capítulo donde te ayudo a que entiendas el trasfondo del ‘método’ y luego vamos al grano en cada uno de los retos que te vas a encontrar en el día a día. Con ejemplos reales, resúmenes de los consejos más importante y ejercicios prácticos”.
REEVALUAR LOS CONCEPTOS DE ‘REBELDÍA’ Y ‘OBEDIENCIA’
Angélica Joya nos explica que, como sociedad, debemos reevaluar los conceptos de ‘rebeldía’ y ‘obediencia’ porque “no existe ningún ser humano en el mundo que siempre haya cumplido las normas”. Incluso cuando somos adultos, seguimos sin ser tan estrictos y nos pone de ejemplo los momentos en los que nos saltamos las normas de tráfico. Sin embargo, “nos damos un poco de ‘margen’ y asumimos que nos somos perfectos y cometemos errores”. Por el contrario, cuando algún niño no nos obedece de manera inmediata, lo interpretamos como rebeldía. Cuando eso ocurre, “nos enfadamos y muchas veces entramos en luchas de poder o les ‘etiquetamos’ como ‘difíciles’”.
"De nada sirve que a través del miedo logremos ‘obediencia’ si realmente no logramos que nuestros hijos entiendan la razón de las normas"
En su libro, la psicóloga se explaya sobre el iceberg de lo que solemos conocer como ‘rebeldía’, pues los comportamientos negativos son solo la punta del bloque. Estos son algunos de los motivos que advierte la experta y que les conducen a no cumplir las normas:
- Que se le haya olvidado o haya un malentendido.
- Que esté reclamando más autonomía e independencia en su vida porque está en una edad donde esto es lo esperado o porque siente que el ambiente donde vive es muy rígido y demandante.
- Que no esté de acuerdo con la norma y sea su forma de decírtelo.
- Que le estemos pidiendo algo que no sabe muy bien cómo hacer o no entiende.
- Que necesite más entrenamiento para poder cumplir con lo que le pides.
- Que tengamos ritmos diferentes o esté enfadado y sea su forma de demostrártelo.
- Que necesite más atención en exclusiva de nuestra parte y de manera no consciente use ‘la rebeldía’ como herramienta para lograr que giremos a su alrededor continuamente recordando, suplicando o incluso gritando.
Además de ayudarnos a entender mejor las causas de lo que conocemos por ‘rebeldía’ en nuestros pequeños, Angélica Joya aporta soluciones orientadas a aumentar la cooperación entre los distintos miembros en casa, ayudándonos a encontrar soluciones y herramientas efectivas a mediano y largo plazo. “De nada sirve que a través del miedo logremos ‘obediencia’ si realmente no logramos que nuestros hijos entiendan la razón de las normas o que lo las cumplan solo porque tienen miedo a las represalias que recibirán si no lo hacen”, recuerda la experta.
¿CÓMO APRENDEN LOS NIÑOS SU COMPORTAMIENTO?
En palabras de la psicóloga, “los comportamientos de los niños y de todos los seres humanos son multifactor”. Ella destaca 3 principales: “La parte innata (genética, rasgos de carácter etc), el ambiente (familia, vivencias diarias, sociedad y cultura en la crecemos) y la decisión-interpretación personal que hacemos de lo que nos pasa”. Por todo ello, la experta indica que en los primeros 7 años de vida (aunque algunas veces pueda extenderse hasta los 12), la familia juega un papel clave:
“Los padres y las madres somos un factor vital en las decisiones y comportamientos de nuestros hijos y allí radica la importancia de invertir tiempo en reevaluar cómo reaccionamos ante sus comportamientos y cómo acompañamos los retos diarios para que no se conviertan en problemas más graves en el futuro. En esos primeros años se cultiva la salud mental”.