En plena primavera y con el verano a la vuelta de la esquina, el riesgo a sufrir infecciones de oído se dispara. El agua de las piscinas, el sudor y la humedad hace que los oídos queden más expuestos a los microorganismos. Sin embargo, hay otros factores que hacen que los niños sean más propensos a desarrollar otitis. Para descubrirlos y saber cómo abordarla de la forma correcta, desde Estetic nos hemos puesto en contacto con el Dr. Francisco Javier Hernández Calvín, Jefe Asociado y Responsable de la Unidad de ORL Pediátrica en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y en el Quirónsalud San José.
La Otitis Media Aguda (OMA) “es un proceso inflamatorio de la cavidad del oído medio” y puede clasificarse en dos grupos, en función de su evolución. Por un lado, encontramos los procesos agudos, que engloban a la otitis media aguda y a la otitis media serosa o seromucosa. Por otro lado están los procesos crónicos, que a su vez se dividen en dos grupos: la otitis media crónica supurada simple y la otitis media crónica con colesteatoma.
El experto nos explica que, efectivamente, “la otitis media es una de las enfermedades más frecuentes en la infancia”. De hecho, en los países desarrollados ya supone “la causa líder en la consulta médica, en la prescripción de antibiótica y en la indicación de cirugías”. A nivel global, la incidencia de la enfermedad se sitúa en un 10,8% de nuevos episodios por cada 100 personas y año y es “más frecuente en los niños menores de 5 años”. El 51% de ellos ha padecido la infección.
El pico de incidencia máxima de otitis se produce entre los 6 y los 24 meses de edad
En España, la incidencia de la otitis en niños también es elevada. Según la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP), se estima que, a los tres años, dos de cada tres niños ya han padecido al menos un episodio de OMA, encontrándose el pico de incidencia máxima entre los 6 y los 24 meses. A los cinco años, el número de niños que ha padecido infección de oídos asciende al 90%. Y, posteriormente, uno de cada tres presentará otitis de repetición.
¿POR QUÉ ES UN PROBLEMA MÁS FRECUENTE EN LA INFANCIA?
Tal y como reflejan las cifras, se observan más casos de otitis en niños que en adultos. La “inmadurez infantil” es un factor determinante en la aparición de la enfermedad, pero a este hecho también influye “el desencadenante del proceso inflamatorio e infeccioso” que, según el Dr. Hernández, “suele ser un cuadro de catarro viral”. Precisamente, los pequeños de la casa también presentan una incidencia más elevada de los catarros de causa vírica, en muchas ocasiones provocados por el contacto con otros niños en las guarderías “desde edades muy precoces”.
“La otitis media es una de las enfermedades más frecuentes en la infancia”
Esa inmadurez de la anatomía de los niños “es inherente a la edad” y una de las grandes afectadas es la trompa de Eustaquio: “En los niños pequeños es más corta y está situada en una posición más horizontal en la base del cráneo. Además, no se abre de forma correcta porque los músculos implicados en ello no están maduros”, indica el otorrinolaringólogo. Consecuentemente, “es más fácil que se acumulen secreciones y que se infecten”.
El otro factor de riesgo corresponde a la inmadurez del sistema inmunológico. Durante la infancia, “muchos genes no se han activado y factores como la microbiota, que es el conjunto de bacterias que conviven con nosotros y que realizan una función protectora frente a las infecciones, tardan años en alcanzar el estado del adulto”, indica el experto.
SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO
Dependiendo del tipo de otitis que se presente, pueden manifestarse unos síntomas u otros:
- Otitis Media Aguda: estas infecciones ocurren por la acumulación de líquido purulento en el oído medio. Los pacientes “suelen presentar los síntomas cardinales de una infección, tales como fiebre y dolor (otalgia)”. Además, el experto indica que especialmente los niños pequeños pueden demostrar otras señales que nada tienen que ver con el oído, como por ejemplo vómitos e irritabilidad nocturna.
- Otitis media serosa o seromucosa: aquí el líquido acumulado no es infeccioso sino “más bien como pegamento, por ello se le denomina en ocasiones oído pegamentoso”. Puesto que el oído se encuentra lleno de líquido, “la cadena de huesecillos no puede moverse con normalidad y la transmisión del oído se ve afectada”. Así pues, los síntomas para este tipo de otitis corresponden a la pérdida de audición o hipoacusia y también posibles alteraciones originadas por la falta del estímulo auditivo, como retrasos en el lenguaje o fracaso escolar.
Estos síntomas deberían hacer sospechar a cualquier adulto de que el niño padece un proceso infeccioso en el oído, por lo que es necesario acudir al médico cuanto antes para obtener una valoración. Pero además, otras señales que podrían alertar de otitis son la salida de material purulento (a menudo confundido con cerumen) especialmente después de un catarro, hablar a tonos elevados, tener la sensación de que no presta atención o poner el volumen de la televisión u otros dispositivos demasiado alto. Asimismo, el experto recuerda que “debemos estar vigilantes con el comportamiento de la audición de nuestros niños en situaciones de ruido de fondo y cuando los profesores detectan dificultades en la atención, la concentración o en rendimiento académico”.
"La prevención es difícil porque implica factores sociales de difícil solución"
El tratamiento de la OMA suele ser a base de antibióticos. No obstante, el Dr. Hernández indica que “últimos tiempos tendemos a esperar la resolución espontánea de los episodios controlando aisladamente el dolor con analgésicos”. Esta decisión clínica se produce sobre todo en niños mayores de dos años, ya que suele tener buena respuesta. “Hasta un 50-60% de los casos se solucionan”, señala. Sin embargo, en la otitis media serosa “la mayoría de los tratamientos no han demostrado una gran efectividad”. En estos pacientes se pautan antihistamínicos y corticoides de uso tópico, “pero en la mayoría de los casos el éxito es limitado”, aclara el experto.
Si la otitis es recurrente (más de 3 episodios en 6 meses o 4 en un año), persiste durante más de tres meses y presenta hipoacusia, puede ser necesario un microdrenaje en el tímpano. De esta manera, el oído podrá liberar las secreciones y equilibrar la presión del oído medio. Y al mismo tiempo, disminuir el consumo de antibióticos a la vez que se controla el dolor y se recupera la audición.
PREVENCIÓN DE LOS CUADROS DE OTITIS
El doctor anticipa que “la prevención es difícil”, ya que implica “factores sociales de difícil solución”. Por ejemplo, es complicado prevenir un catarro. No obstante, como medidas preventivas podrían ser útiles “los lavados nasales para mantener una buena higiene nasal, la fisioterapia respiratoria, la administración de probióticos y de estimulantes inmunológicos como los betaglucanos o las autovacunas bacterianas”.