La llegada de los meses fríos trae consigo un aumento de casos de infeccionesrespiratorias en niños, con síntomas frecuentes como mocos y tos que preocupan a muchos padres. Aunque estos síntomas suelen ser leves y autolimitados, reconocer cuándo es necesario acudir al pediatra y qué medidas se pueden implementar en casa es fundamental.
Por ello, la Dra. Laura Álvarez ha compartido, a través de su cuenta de Instagram (@lapediatralaura) un vídeo sobre cosas que recomienda y cosas que no a la hora de tratar a los más pequeños. “En este vídeo os muestro cosas que no recomiendo bien porque carecen de evidencia (como la cebolla o las cuevas de sal) o porque pueden resultar peligrosas, como los ungüentos de mentol y las vahos con agua caliente”.
"En este vídeo os muestro cosas que no recomiendo bien porque carecen de evidencia"
Por otro lado, compartió una lista de soluciones con respaldo médico: “dormir semiincorporados, nebulizaciones con suero fisiológico y, cómo no, los lavados nasales con jeringa o con nebulizador nasal, son recursos que realmente funcionan”. Estas medidas no solo contribuyen a aliviar las molestias, sino que también ayudan a mantener las vías respiratorias limpias, facilitando la recuperación del menor.
¿CUÁNDO CONSULTAR AL PEDIATRA?
Saber identificar los signos de alerta es esencial para evitar complicaciones. En el caso de los mocos, se recomienda acudir al pediatra en estas situaciones:
- Fiebre que persista más de 2-3 días.
- En bebés menores de 3 meses, especialmente si hay fiebre asociada.
- Mal estado general o decaimiento notable.
- Dolor de oído o supuración.
- Dificultad para comer, beber o tolerar alimentos.
- Signos de dificultad respiratoria, como marcado de costillas, respiración rápida o sibilancias.
- Mocos o tos que duran más de 10-15 días sin mejoría o con empeoramiento.
Por otro lado, en cuanto a la tos, los motivos para consultar incluyen:
- Dificultad evidente para respirar.
- Sospecha de que el niño haya aspirado un cuerpo extraño.
- Estridor inspiratorio (ruido al inhalar) o tos tipo "perruna".
- Fiebre persistente (más de 2-3 días) o en menores de 3 meses con cualquier cuadro febril.
- Episodios de tos intensa o persistente en bebés, sobre todo menores de 6 meses.
- Otros signos preocupantes como mal estado general, expulsión de sangre, tos con ingesta o retraso del crecimiento.
"Si tienes dudas o el sentido común te lo aconseja, consulta siempre a tu pediatra"
Aunque muchos mitos rodean el manejo de mocos y tos, es importante priorizar intervenciones seguras y eficaces. Evitar prácticas como inhalar cebolla, utilizar ungüentos de mentol o realizar baños de agua caliente, que pueden ocasionar quemaduras, es clave. A cambio, las estrategias simples, como mantener la posición semiincorporada durante el sueño o realizar lavados nasales con solución salina, se posicionan como las mejores aliadas.
Como concluye el mensaje: “si tienes dudas o el sentido común te lo aconseja, consulta siempre a tu pediatra”. La atención temprana y medidas correctas hacen la diferencia en el cuidado de los más pequeños.