La seguridad infantil en los automóviles es un tema que preocupa a muchos padres, pero aún existen dudas sobre la mejor forma de proteger a los más pequeños durante un viaje. Uno de los aspectos más relevantes es la orientación de la silla del niño: viajar a favor o en contra de la marcha puede marcar una gran diferencia en caso de accidente. De hecho, diversos estudios han demostrado que las sillas a contramarcha reducen significativamente el riesgo de lesiones graves, por lo que los expertos recomiendan mantener esta posición el mayor tiempo posible.
En este contexto, la pediatra Laura Álvarez, a través de su cuenta de Instagram (@lapediatralaura), ha compartido un vídeo en el que explica los peligros de que los niños viajen mal colocados en el coche y destaca la importancia de utilizar sillas a contramarcha. "En una silla a contramarcha, la cabeza, el cuello y el cuerpo están alineados, de manera que la fuerza del impacto la absorbe la silla".
"En una silla a contramarcha, la cabeza, el cuello y el cuerpo están alineados, de manera que la fuerza del impacto la absorbe la silla"
Este dato es clave, ya que la anatomía de los niños es muy diferente a la de los adultos. Su cabeza es proporcionalmente más grande y pesada en comparación con el resto del cuerpo, lo que hace que el cuello sea una zona especialmente vulnerable en caso de impacto. "A favor de la marcha, la cabeza y el cuello de tu peque están sometidos a una fuerza altísima", advierte la pediatra.
"En un choque frontal, la cabeza de un niño de 6 meses pasa a pesar 64 kilos, algo que es imposible de soportar por su cuello. Esto puede generar lesiones muy graves e incluso la muerte". Por este motivo, la recomendación de los expertos es clara: los niños deben viajar a contramarcha el mayor tiempo posible. "Como mínimo hasta los 4 años", subraya Laura Álvarez, señalando que "reducir las lesiones hasta un 75%" es un argumento de peso para seguir esta recomendación.
¿HASTA CUÁNDO SE RECOMIENDA VIAJAR A CONTRAMARCHA?
Aunque la normativa de cada país puede variar, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organismos como la Dirección General de Tráfico (DGT) en España recomiendan mantener esta posición al menos hasta los cuatro años. Sin embargo, lo ideal es prolongarlo hasta que el niño supere el peso y la altura máximos permitidos por la silla a contramarcha.
"En un choque frontal, la cabeza de un niño de 6 meses pasa a pesar 64 kilos, algo que es imposible de soportar por su cuello"
Los expertos insisten en que muchos padres cambian demasiado pronto a sus hijos a sillas a favor de la marcha, sin ser conscientes del peligro que esto conlleva. La resistencia de la musculatura cervical de un niño pequeño no está preparada para soportar la fuerza de un impacto a alta velocidad.
Aunque puede parecer un inconveniente por cuestiones de espacio o comodidad, la diferencia en términos de seguridad es abrumadora. "No te pierdas esta información tan importante", pues un pequeño cambio en la forma en que colocamos a los niños en el coche puede salvar vidas.