María Pombo ya ha dado a luz a Vega, su segunda hija, aunque la pequeña se ha adelantado casi un mes antes de lo previsto. La noticia trascendía en la noche de ayer después de que Pablo Castellanos, marido de la influencer, publicara una historia en Instagram en la que aparecían las manos de la pareja unidas, con maquinaria de hospital de fondo y acompañada del texto: "El imprevisto más bonito de nuestra vida".
Hace poco más de una semana la pequeña de las hermanas Pombo desvelaba que su pequeña venía de nalgas y que iba a hacer todo lo posible por intentar recolocarla para asegurar un buen parto. Aunque de momento no ha trascendido más información sobre el nacimiento de la pequeña Vega y el estado de salud de María Pombo, sí que se sabe que la fecha en la que salía de cuentas era el 16 de julio.
¿QUÉ RIESGOS EXISTEN EN BEBÉS OCHOMESINOS?
Por el octavo mes de embarazo se entiende que el bebé ha superado la semana 32 de gestación. En este caso, a los niños se les conoce como prematuros tardíos y si pesan más de dos kilos y el proceso del parto ha marchado bien, por lo general no suelen presentar demasiadas complicaciones posteriores.
Los bebés ochomesinos ya tienen suficiente fuerza para amamantarse de leche materna y tomar el biberón, pueden desarrollar el acto de la deglución con normalidad y tienen todos los órganos formados. Sólo en algún caso estos prematuros pueden necesitar ayuda para respirar, ya que sus pulmones pueden no estar desarrollados por completo, así que pasar unos días en la incubadora sería lo recomendable.
Hay que tener especial cuidado al coger al bebé, protegiendo siempre su cabeza
Aunque hay que atender a la causa de prematuridad para valorar los verdaderos riesgos sobre el nacimiento prematuro de un bebé, en definitiva no deberían presentarse riesgos significativos ni para la madre ni para el feto, alcanzándose altas tasas de supervivencia (+90%). Además, los problemas que pueda presentar el niño no deberían ser de elevada gravedad.
Cuando el bebé llegue a casa, hay que extremar los cuidados como con cualquier bebé, prestando atención a la higiene, tanto de las manos que le vayan a coger como del entorno. Hay que cuidar la temperatura ambiente, evitando ambientes fríos y el exceso de luz. También se debe vigilar la alimentación y el peso, tomando nota para su evaluación en las revisiones pediátricas, así como la consistencia y frecuencia de las heces. Por último y no menos importante, tener mucho cuidado a la hora de coger al bebé, asegurando siempre la seguridad y buena sujeción en la cabeza.