Como cada año, el próximo miércoles día 6 de marzo la logopedia celebra su Día Europeo. En esta señalada fecha se pone de relieve la importante labor de los profesionales de esta disciplina que es mucho más que una 'ayuda para aprender hablar correctamente', como escuchamos a menudo a la hora de referirnos a la logopedia. Precisamente, es una profesión un tanto desvalorizada, pero cuya acción es capaz de transformar la vida y bienestar de sus pacientes.
Con motivo de esta efeméride, desde Estetic queremos acercarnos a la labor de los logopedas y descubrir cómo actúan con sus pacientes, quienes mayoritariamente corresponden a la población infantil. Según las estadísticas del Consejo General de Logopedas de España, el 15% de los recién nacidos son susceptibles de necesitar tratamiento logopédico y en la etapa escolar este porcentaje ascenderá al 25%..
Para ello, hemos hablado con Laura Cloux Valle, logopeda y profesora de la Universidad Europea de Madrid, quien nos cuenta que “el logopeda es un profesional sanitario que, a día de hoy, todavía se le conoce poco”. Al desafío de la visibilidad, Laura destaca el intrusismo como otro de los retos de su profesión. Un intrusismo que muchas veces viene de otros sanitarios, pero también de personal del sector educativo.
Cloux defiende que brindar una adecuada información a la población es importante para concienciar socialmente sobre la logopedia, ya que es una disciplina que abarca muchos otros ámbitos más allá del habla. Y en ese conjunto de terapias, será el “logopeda especializado en su patología o dificultad” el que pueda dar la atención necesaria y específica al paciente: “Lo importante de nuestro trabajo es que estamos bien formados desde la carrera universitaria, adquiriendo los conocimientos que luego nos permiten seguir especializándonos para ser capaces de adaptar el tratamiento de manera individualizada, en lugar de pautar ejercicios o actividades iguales a toda aquella persona que tenga el mismo diagnóstico”, recuerda.
¿Hay una edad media estimada en la que las familias pueden sospechar de un problema en su hijo/a que requiera de la logopedia?
Por mi experiencia en clínica hay diferentes etapas o edades en las que es habitual que las familias consulten un logopeda, paso a continuación a describir aproximadamente lo que observamos:
En la etapa de lactante, entre los 4-18 meses suelen buscar ayuda con la alimentación.
Entre los 2 a 4 años, suelen consultar por dificultades en el del lenguaje o el habla. También es habitual que en esta etapa aparezcan diagnósticos del neurodesarrollo como el Trastorno del Espectro Autista o retrasos madurativos, o problemas orgánicos que estén influyendo en el desarrollo como los problemas de audición, de respiración etc.
"Una buena prevención y detección precoz facilita mucho el tratamiento y rehabilitación"
Entre los 6-10 años aproximadamente, las consultas suelen ir referidas a dificultades en el habla, es decir, alteraciones en la pronunciación o la presencia de dificultades en el aprendizaje, ya sea en la lectura, la escritura o las matemáticas. También la sospecha de dificultades en el aprendizaje puede aparecer en las primeras etapas de secundaria, entre los 11-14 años.
Por último, a partir de los 9 años, también podemos encontrar niños o niñas derivadas por su ortodoncista al observar dificultades en la correcta posición de la lengua cuando tragan, por eso se altera su mordida y necesitan que se les enseñe a realizar movimientos de masticación y deglución correctos para corregir o colaborar en la corrección de la mordida.
Laura, ¿la logopedia es algo más que una disciplina para trabajar una alteración del habla, verdad? ¿Qué indicios o señales pueden hacernos sospechar de que nuestro hijo o hija necesita un logopeda?
Efectivamente, el logopeda no solo trabaja los trastornos de los sonidos del habla. Es el profesional sanitario que tiene la función de detectar, evaluar, diagnosticar y tratar las alteraciones que puedan aparecer en el lenguaje, el habla, la comunicación, las funciones orales no verbales (masticación, deglución, succión, respiración) lecto-escritura, y voz.
La recomendación es que cuando se observan alteraciones en cualquiera de las áreas consulten cuanto antes a un logopeda. No es recomendable esperar a que el problema ya se haya instaurado, como en todo lo que tiene que ver con la salud. Una buena prevención y detección precoz facilita mucho el tratamiento y rehabilitación.
"No es recomendable esperar a que el problema ya se haya instaurado"
En términos generales, hablando de desarrollo del lenguaje y comunicación, podemos establecer algunos criterios:
- Cuando con 18 meses no hay una intención comunicativa, gestos o sonrisa social, consultar un especialista.
- Inicio tardío del lenguaje a partir de los 18-20 meses o menos de 50 palabras en su vocabulario.
- Dificultades en la comprensión y expresión del lenguaje a partir de los 24 meses o que a los 3 años aún no elabora oraciones de 3 o 4 elementos.
- Problemas de la pronunciación después de los 3 años.
- Dificultades para reconocer las letras o lectura muy silabeada poco después del inicio de la lectura en el colegio o dificultades en la compresión lectora al rededor del primer ciclo de primaria (primero y segundo).
- Problemas en la fluidez del habla que se mantienen después de los 4 años.
¿Cuáles son los trastornos más comunes por los que los niños van al logopeda?
Los principales diagnósticos clínicos por los que tratamos a los niños que acuden al logopeda pueden ser los trastornos de los sonidos del habla, el trastorno de desarrollo del lenguaje y los trastornos del neurodesarrollo, que pueden incluir el Trastorno del Espectro autista (TEA), el Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) o la discapacidad intelectual.
Gracias a la ayuda de la logopedia, ¿hay un tiempo estimado para que los niños superen estos trastornos o cada paciente es un caso único?
Esta es una pregunta muy habitual en consulta. Sin embargo, la respuesta no es sencilla. El tiempo de terapia va a depender de varias cosas. En primer lugar, cada niño tiene un ritmo de evolución diferente. En segundo lugar, la edad de detección, ya que es importante que las dificultades se detecten cuanto antes. De esta manera se podrá evitar que el problema vaya a más y repercuta en otras áreas del desarrollo. En tercer lugar, la implicación de la familia y el colegio, porque la evolución del niño no solo depende del niño. Los adultos debemos entender que somos su red de apoyo y facilitadores, por lo que tratando de trasladar en la medida de lo posible lo trabajado en una sesión a un entorno natural, será más sencilla y rápida la generalización del aprendizaje a otros contextos.
Recordemos que el logopeda puede ser necesario en todas las etapas de la vida, desde el recién nacido hasta la tercera edad.
¿Cuáles son las técnicas de logopedia que más empleáis?
Esta profesión es muy amplia y, como hemos visto, abarca muchas áreas del desarrollo. Si bien es cierto que existen diferentes técnicas o métodos para cada tipo de trastorno o patología, debemos de emplear ese aprendizaje como una herramienta más de trabajo flexible que nos permita combinar y modificar lo necesario. Es más importante diseñar un plan de trabajo o intervención individualizado, centrado en los objetivos de cada individuo y su familia que “forzarnos” a emplear una técnica concreta.
Comentabas que la logopedia puede hacernos falta en otras etapas de nuestras vidas, ¿en qué casos o condiciones podemos necesitar al logopeda más allá de la infancia?
Entre los 18 y 65 años el 11,8% de la población puede necesitar acudir a un logopeda. Se pueden necesitar recurrir a un logopeda en esta etapa por numerosos motivos, desde dolores en la mandíbula, bruxismo, disfonía, dificultades respiratorias, pérdida de la capacidad para hablar, leer, tragar... Muchas enfermedades neurodegenerativas afectan a nuestro sistema de la comunicación o nuestras capacidades orales no verbales y requieren de intervención logopédica.