La fimosis es un estrechamiento de la apertura del prepucio, la piel que recubre el glande, y dificulta su retracción para descubrirlo. Una afección que la pediatra Laura Álvarez (@lapediatralaura) explica a través de su perfil de Instagram. Y asegura: “Casi todos los niños nacen con fimosis. Es algo normal en los primeros años de vida”.
Aunque no impide el desarrollo normal del pene, conviene tratar la fimosis para evitar infecciones provocadas por la dificultad para limpiar la zona. Es habitual en recién nacidos, pero la retracción del prepucio debe aparecer en los primeros años de vida, o de lo contrario, habrá que tomar medidas como ejercicios de estrechamiento o una intervención quirúrgica.
El 80% de los casos de fimosis en niños menores de cuatro años se resuelve por si sola
A los cuatro años de edad, el 80% de los niños son capaces de retraer el prepucio sin problemas. Una cifra que aumenta hasta el 92% a los seis o siete años. Mientras que a los 16 años apenas quedan un 1% que no lo podrá hacer. Cuando el glande no se puede descubrir por completo, entonces estamos ante un caso de fimosis. Las adherencias van desapareciendo progresivamente, pero en algunos casos no se consigue retraer por completo.
NO HAGAS ESTO
Entre algunas de las advertencias que la pediatra aporta, desaconseja realizar el conocido “tirón”. Una práctica que consiste en llevar a cabo una retracción traumática que puede resultar muy dolorosa y empeorar esta condición, además de generar cicatrices. Aunque era muy popular hace algunos años, hoy en día apenas se realiza y ya ha quedado obsoleta.
SEÑALES PARA TRATAR LA FIMOSIS
- El balonamiento del prepucio obstaculiza la capacidad de orinar. La salida normal de la orina se puede ver obstaculizada por el estrechamiento, expulsando una orina muy débil o poco uniforme que tarda mucho en iniciarse o es muy lenta.
- Las infecciones de orina constante son un claro signo de que la fimosis ha empeorado y requiere de atención. El dolor o la sensación de ardor también indican una complicación.
- En ocasiones, se puede dar una Balanopostitis, una inflamación de la zona distal del pene producto de la la mala higiene, infecciones o traumatismos.
- La Parafimosis es otra señal de que la condición ha empeorado y necesita de intervención. Esto sucede cuando al retraer el prepucio estenótico no vuelve a su posición inicial y se produce un efecto de torniquete. El riego sanguíneo del glande puede verse comprometido durante un tiempo y ser potencialmente peligroso.
- Los niños mayores pueden experimentar dolor durante las erecciones, un claro indicador de que una intervención es inminente.
- Si los problemas persisten más allá de los cuatro o cinco años, conviene acudir cuanto antes a un especialista. Cuando un niño de, al menos, cinco años no consigue descubrir por completo el glande hay que tratar la fimosis.
TRATAMIENTOS
Existen múltiples maneras de tratar esta afección, pero debe ser un pediatra el que indique las pautas a seguir, así como la medida elegida.
Antes de optar por la cirugía, es común realizar un tratamiento con corticoides tópicos hasta ocho semanas con suaves retracciones, sin forzar la zona. Es preferible si este procedimiento lo lleva a cabo el paciente, es por ello que la cirugía no se suele indicar antes de los cuatro o cinco años. Y hasta un 75% de los casos se suelen resolver de esta manera.
Cuando este tratamiento no resulta exitoso, se procede a realizar la intervención quirúrgica en los casos que la requieran. No obstante, la pediatra recuerda que esperar hasta los nueve años de edad es la tendencia.