El invierno trae consigo no solo el frío y los días más cortos, sino también un aumento significativo de enfermedades respiratorias y virales, especialmente entre los más pequeños. Los cambios bruscos de temperatura, el mayor tiempo en espacios cerrados y la caída de las defensas inmunológicas hacen de esta estación un caldo de cultivo perfecto para afecciones como resfriados, gripes, bronquitis y otitis.
En este sentido, la pediatra Mar López Sureda, conocida en Instagram como @marlopez_pediatra, ha lanzado una práctica "Guía de Supervivencia para el Invierno", destinada a padres y cuidadores, con consejos claros y útiles sobre cómo actuar ante los problemas de salud más comunes en niños durante esta estación.
Entre los síntomas más alarmantes, la pediatra destaca: piel pálida o moteada, labios azulados o grises, y manchas en la piel que no desaparecen al presionar
Uno de los apartados más relevantes de la guía es el dedicado a los casos en los que los padres deben llevar a sus hijos a urgencias sin demora. Entre los síntomas más alarmantes, la pediatra destaca: piel pálida o moteada, labios azulados o grises, y manchas en la piel que no desaparecen al presionar (signos de una posible alergia grave). También menciona la dificultad para respirar grave, movimientos anormales como convulsiones, irritabilidad o somnolencia excesiva, y la ausencia de respuesta a estímulos.
Con imágenes que ejemplifican cada situación, la Dra. Mar enfatiza la importancia de actuar con rapidez en casos de atragantamiento, vómitos con salivación constante o fiebre superior a los 40,5 °C.
Asimismo, otro de los puntos clave de la guía se centra en cómo manejar síntomas comunes del invierno, como la fiebre, los mocos y la tos. La Dra. Mar recuerda a los padres que una fiebre superior a 37,5 °C medida en axila debe ser vigilada y que, en caso de malestar general, es recomendable administrar antitérmicos como ibuprofeno o paracetamol en las dosis indicadas, pero sin alternarlos.
En cuanto a los mocos, la pediatra destaca la eficacia de los lavados nasales con suero fisiológico o agua de mar isotónica. Sin embargo, señala que si el niño lleva más de 48 horas con fiebre tras el inicio del resfriado, presenta dificultad para respirar o la fiebre persiste más de tres días, es necesario acudir al pediatra.
La pediatra destaca la eficacia de los lavados nasales con suero fisiológico o agua de mar isotónica
Respecto a la tos, la guía identifica tres tipos principales: la tos “perro/foca” asociada a la laringitis, la tos seca por catarro y la tos productiva relacionada con catarros o neumonía. Mar López subraya que si la tos viene acompañada de sibilancias, fiebre alta o malestar general, es importante buscar atención médica.
Para síntomas menos urgentes, la Dra. Mar anima a los padres a consultar al pediatra si detectan manchas en la piel que desaparecen al presionar, tos o mocos que no dificultan la respiración, vómitos leves, diarrea moderada o fiebre sin otros signos de alarma. También sugiere que, en bebés menores de tres meses con fiebre superior a 38 °C, es imprescindible acudir a consulta.