Cuando un recién nacido llega a este mundo, lo más normal es que nos surjan miles de dudas sobre su atención y cuidados, más si cabe si somos padres primerizos. Muchas veces, la información con la que contamos proviene de lo que hemos acostumbrado a ver a nuestro alrededor, pero ¿cuánta de esa información es beneficiosa para nuestro bebé? Por ejemplo, algo que vemos mucho y que ya venían haciendo las abuelas de nuestras abuelas es envolver a los niños para que duerman y desde Estetic nos hemos preguntado si es una técnica segura. En caso de serlo, ¿cómo podemos hacerlo correctamente?
Para salir de dudas, hemos hablado con Amelia Hunter, experta en sueño infantil y cofundadora de Baby Sleep Solutions, quien nos confirma que sí, se trata de una “práctica segura, siempre y cuando se realice de la manera correcta y con los productos textiles indicados”. Nos cuenta que envolver al bebé para que duerma también se conoce como la técnica del swaddle y que “es muy antigua”, también muy común en varios países durante los primeros meses de vida del bebé.
“A muchos padres les parece una práctica extraña e incómoda para su hijo”
Según la experta, los objetivos del swaddle pasan por ayudar al bebé a que se calme para que concilie el sueño, para tranquilizarle cuando se encuentra “muy irritable, incluso con llanto, con señales claras de sueño y no logra quedarse dormido”, o también en niños con cólicos. Además, indica que “el swaddle es seguro desde el primer día, siempre y cuando no impida el tan importante piel con piel con los padres”. De hecho, en Baby Sleep Solutions lo recomiendan y tienen programas en los que aplican la técnica junto a otras herramientas, como en el recién lanzado ‘Programa Happy Newborn’, destinado a familias con bebés de menos de 4 meses.
ENVOLVER AL BEBÉ CORRECTAMENTE
Hunter nos adelantaba que envolver al bebé es una práctica segura, ¿pero cómo podemos realizarla de forma segura? Tal y como nos cuenta, existen varias opciones, ya que “se han diseñado productos específicos para este uso”, tales como “mantas o muselinas para hacer swaddle con pequeños ‘bolsillos’ para los brazos, o sacos de dormir para recién nacido que se pueden atar con velcro”. Algo importante es que “los tejidos deben ser siempre transpirables y debemos evitar telas con mucha parte sintética”. La experta en sueño infantil recomienda tejidos como el algodón con un pequeño porcentaje de elastano, para así “permitir cierta flexibilidad y evitar la rigidez”.
¿CUÁNTO TIEMPO DEJAR ENVUELTO AL BEBÉ?
Esta es una de las preguntas más frecuentes entre las familias y Amelia Hunter nos la aclara: “Generalmente, el swaddle permite al bebé dormir durante periodos más largos en una superficie como puede ser una cuna, lo que da a los padres un respiro durante un tiempo para dedicar al auto cuidado y al descanso”. Es decir, el bebé puede aguantar envuelto durante todo el período de sueño, aunque Hunter recuerda que hay que garantizar que el niño tenga “libertad de movimiento, mucho contacto y un nivel de estimulación adecuado para su edad durante el tiempo en el que esté despierto”.
"Lo que sí representa un riesgo que implica supervisión directa son elementos textiles sueltos como mantas o sábanas o elementos acolchados como nidos reductores, cojines o peluches"
La experta nos cuenta que, por lo que ve en su día a día, la práctica de envolver al bebé “es un tema algo controvertido” porque “a muchos padres les parece una práctica extraña e incómoda para su hijo”. Por todo ello, recuerda que “cada familia debe tomar la decisión con toda la información en sus manos”, al mismo tiempo que recomienda “observar al bebé mientras duerme, por ejemplo, a través de un vigila bebés, no porque el swaddle implique ningún riesgo, sino porque la mayoría de las familias se sienten mucho más seguras”. Asimismo, algunos elementos a supervisar, ya que sí que suponen un riesgo, serían los “elementos textiles sueltos, como mantas o sábanas, o elementos acolchados como nidos reductores, cojines o peluches”.
¿EXISTEN ALGUNOS RIESGOS?
Hunter señala que, “como la mayoría de cosas, la técnica del swaddle puede conllevar riesgos que son evitables llevando a cabo la técnica de una manera correcta”. Sin embargo, “en ninguna guía de las principales asociaciones pediátricas internacionales y entidades dedicadas al sueño, el swaddleaparece como elemento de riesgo a evitar”. Estos son los posibles riesgos que advierte:
- Displasia de cadera. Varios estudios han concluido que apretar demasiado el swaddle en la parte inferior del cuerpo, puede provocar problemas como dislocación de la cadera o displasia de cadera. Por ello y para evitar esto, es importante saber cómo hacerlo de una manera adecuada y usar siempre productos textiles diseñados específicamente para este uso.
- Disminución de la excitación. Se cree que puede hacer que los bebés tengan una disminución de la excitación, lo que los hace más lentos para despertarse, por lo que podría aumentar el riesgo de SMSL. Hasta la fecha, la asociación entre el uso de arrullos y el riesgo de SMSL sigue sin estar clara y, hasta donde sabemos, no se ha realizado una revisión exhaustiva de la literatura para determinar la solidez de esta relación. Aunque los profesionales de la salud y los padres necesitan esta información para ayudar a tomar decisiones seguras sobre el cuidado infantil, actualmente no existe una guía oficial sobre este tema.
¿CUÁNDO DEJAR DE ENVOLVER AL NIÑO?
La experta indica que “no se recomienda el uso del swaddle cuando el bebé es capaz de darse la vuelta para dormir boca abajo, dado que existe el riesgo de asfixia”. Esto es algo que suele producirse en torno a los 3 o 4 meses de edad. Llegados a este momento, los profesionales recomiendan “utilizar un saco transicional durante dos o tres meses, para luego dar el salto a los sacos de dormir”, que dan mayo movilidad en brazos.