Cuando un bebé llega a este mundo, se dice que la felicidad es desbordante para la familia, así que no es de extrañar que cuando el parto sea gemelar, la sensación se multiplique. Sin embargo, el cuidado de un recién nacido, sobre todo para padres primerizos, genera muchas dudas desde el primer día, por lo que atender a gemelos, mellizos, trillizos o más hermanos de embarazo múltiple puede hacer colapsar a los papis en sus primeros días de cuidado.
Más allá de cómo hacer para darles las tomas de leche de forma sincronizada y que sigan los mismos horarios, una de las preguntas más frecuentes en madres y padres de gemelos es cómo deben dormir los niños… ¿Juntos o separados? ¿En la misma cuna o incluso en distintas habitaciones? Ana Planelles, la cara visible de @duchacenayadormir, resuelve estas y muchas más dudas en su nuevo libro, ‘El solucionario del sueño infantil’.
¿CÓMO DEBEN DORMIR LOS GEMELOS?
Los padres de niños gemelos se preguntan si es mejor que sus hijos duerman de forma separada, en la misma cuna o en camas individuales, incluso si es preferible que lo hagan en habitaciones separadas. Pues bien, según la experta, “lo ideal sería tener cunas independientes para cada uno” para que “tengan un sueño más autónomo”, es decir, evitar que se despierten entre ellos.
No obstante, Planelles sabe que no siempre las circunstancias lo permiten. Además, otro de los factores que influyen es que los gemelos llevan aproximadamente 9 meses sin separarse dentro del útero materno, por lo que “ponerles juntos les ayuda”. Si decides ponerles a dormir juntos, entonces lo recomendables es “colocarles cabeza con cabeza en una cuna, dejando un espacio entre ellas (pegando los pies a cada extremo de la cuna) y mejor una cuna grande que una mini cuna”.
“Si hay uno que duerme mucho peor que el otro, sepáralos temporalmente hasta que la situación se estabilice”
Ponerles juntos uno al lado del otro también es posible, pero es menos seguro si no hay vigilancia, según la experta. Si ves que esta es su forma preferida de quedarse dormidos, puedes dejarles que cojan el sueño y, después, cambiarles tú a la forma anterior. ¿Y qué hacer cuando ya no caben en la cuna? Llegado el momento, cada bebé debe ir a su cuna y luego a su cama, ya que “es preferible que cada mini tenga su espacio”.
Respecto a la duda sobre si deben compartir o no habitación, la autora lo deja un poco más en el aire, ya que la situación familiar y de logística es muy variable. Aun así, recuerda que “por lo general lo que se intenta es que duerman juntos para que se acostumbren a la presencia del otro y estén más tranquilos”. Pero “si hay uno que duerme mucho peor que el otro, sepáralos temporalmente hasta que la situación se estabilice”. Si esto sucediera y no tienes más habitaciones, Planelles explica que puedes llevarte a uno de los bebés a tu habitación. Podrías optar por sacar de esa habitación al que más se despierta, ya que “habéis establecido los nuevos hábitos en el entorno donde vaya a dormir”.
¿CÓMO SINCRONIZAR LOS HORARIOS?
La sincronización de los horarios en hermanos gemelos facilita mucho la vida a los papis. Si no fuera posible, la experta aconseja que, “en cuanto puedas, intenta que se tomen el biberón sin mucha ayuda o ayúdate tú de elementos externos, como la hamaca, para hacerlo a la vez”. En el caso de que sigas con la lactancia materna, no hay problema si en vez de hacerlo a la vez le das el pecho a un bebé detrás del otro.
Lo importante es que, más o menos, las tomas diurnas estén controladas. Así, de noche puedes despertar a los bebés a los horarios estipulados para darles el pecho o el bibe, aunque no se hayan despertado. Eso te facilitará más las cosas y la sincronización. De hecho, puede resultar positivo, ya que no sólo te ayudará a despertarte menos veces, sino que “a tu mini le vendrá bien para desasociar comer con dormirse”, señala Planelles.
“Lo ideal sería tener cunas independientes para cada uno”
En las siestas, puede suceder que uno de los hermanos lleve los ritmos más adelantados y haga las transiciones antes. En ese caso, la autora recomienda respetar esos ritmos, aunque sean “unas semanas de caos”, pero pronto volverán a sincronizarse. Además, debería ser un trabajo colaborativo en el que los progenitores participen por igual, o incluso ayudarse de allegados si así lo necesitaran.
Para que los bebés no se despierten entre ellos, la experta recomienda utilizar ruido blanco para aislarles un poco. “En general, se adaptan muy rápido a los sonidos de su hermano y no suelen desvelarse”, reseña. También es importante no perder la calma si uno de los peques no termina de dormirse, ya que lo notará. Ante esa situación, puedes cogerle y sacarle de la habitación para dormirle fuera, pero si se repite todos los días, “es preferible que los separes de cuarto hasta que la situación haya mejorado”.