La imagenpersonal juega un papel crucial en nuestra autoestima y bienestar, ya que elementos tan simples como reconocernos frente al espejo impactan profundamente nuestra saludmental. No obstante, hay momentos en los que este gesto cotidiano se vuelve complicado de afrontar. Un ejemplo claro de esto es la lucha que enfrentan los niños con cáncer, quienes, además de su tratamiento, atraviesan desafíos relacionados con su identidad y su imagen corporal. Cada año, el cáncer infantil afecta a 138 niños por cada millón de niños menores de 15 años, según datos de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP).
Aunque los avancesmédicos han permitido que la tasa de supervivencia supere el 80 %, los tratamientos siguen teniendo un fuerte impacto en la vida de los pequeños pacientes, no solo a nivel físico, sino también emocional y social. La pérdida de cabello, los cambios en el peso y las cicatrices son solo algunos de los efectos visibles de la enfermedad y su tratamiento, los cuales pueden afectar la autoestima y el bienestarpsicológico de los niños.
"Los niños más pequeños, lactantes y hasta los 8-10 años, tienen una gran capacidad para adaptarse a todos los cambios que acontecen en su vida"
Con el objetivo de sensibilizar sobre la realidad de los menores que enfrentan esta enfermedad y destacar la importancia del apoyo integral en su tratamiento, cada 15 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer Infantil. Sin embargo, no solo se trata de mejorar los procedimientos médicos, sino de garantizar un acompañamiento emocional adecuado para que los niños puedan sobrellevar los cambios que experimentan. En este contexto, la autoimagen cobra una relevancia especial, ya que puede influir en la aceptación del tratamiento y en la calidad de vida de los pacientes.
"Los niños más pequeños, lactantes y hasta los 8-10 años, tienen una gran capacidad para adaptarse a todos los cambios que acontecen en su vida como consecuencia del diagnóstico de cáncer, incluida la autoimagen", explica para Estetic.es la Dra. Ana Fernández-Teijeiro, presidente de la SEHOP. Sin embargo, en niños más mayores y adolescentes, este proceso puede ser más complicado y la preocupación por su aspecto físico se vuelve más relevante.
¿QUÉ CAMBIOS DEBEN AFRONTAR LOS PACIENTES?
Entre los cambios físicos más evidentes que enfrentan los niños con cáncer se encuentra la alopecia, que suele iniciarse entre dos y tres semanas después del comienzo del tratamiento con quimioterapia. "También es muy llamativo y desconcertante el sobrepeso característico del tratamiento prolongado con corticoides, que desaparece progresivamente en las semanas siguientes a la supresión del tratamiento y que puede conllevar además la aparición de estrías con difícil solución", detalla la experta. Otros efectos incluyen la pérdida de peso derivada de problemas digestivos, trastornos cutáneos y la necesidad de cirugías mayores, que en algunos casos implican el uso de prótesissustitutivas.
Para los niños más mayores y adolescentes, la autoimagen es un factor que puede influir en la aceptación del tratamiento. Por esta razón, los equipos médicos tienen en cuenta este aspecto desde el diagnóstico y lo revisan a lo largo de todo el proceso. "Desde el diagnóstico, el tema de la autoimagen es valorado con los pacientes y con sus padres, y se va revisando a lo largo del tratamiento", afirma la Dra. Fernández-Teijeiro. En este abordaje, los psicólogos juegan un papel clave.
El equipo multidisciplinar que atiende a los pequeños integra tanto a psicólogos como a trabajadores sociales, quienes ofrecen apoyo en distintos niveles. "Los psicólogos pueden trabajar habilidades de afrontamiento para adaptarse mejor a los desafíos derivados del diagnóstico y tratamiento del cáncerpediátrico, entre ellos la autoimagen", señala la especialista. Además, los trabajadores sociales facilitan recursos para mejorar el bienestar de los pacientes y sus familias.
Además, en los últimos años, la psicología positiva ha cobrado relevancia dentro de la oncologíapediátrica. "Este enfoque se centra en potenciar las fortalezas de carácter de cada niño o adolescente para hacer frente a su enfermedad y a los factores que pueden ayudarle a manejar el malestaremocional", indica la Dra. Fernández-Teijeiro. En función de la edad y la personalidad de cada paciente, los especialistas determinan qué aspectos trabajar y fortalecer, siempre con el apoyo de los padres.
"Hace 40 años, cuando la única preocupación era la curación de los pacientes, el tema de la autoimagen era secundario"
EL PAPEL DE LOS PADRES, DETERMINANTE
El papel de la familia en este proceso es fundamental. Los padres deben ser conscientes desde el diagnóstico de la repercusión que el tratamiento tendrá en la autoimagen del niño, para así anticipar y preparar estrategias de apoyo. "Los psicólogos también son muy importantes para orientar a los padres que lo demanden y ayudarles a preparar esta adaptación", añade la experta.
Con todo, el abordaje de la autoimagen ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. "Hace 40 años, cuando la única preocupación era la curación de los pacientes, el tema de la autoimagen era secundario". Sin embargo, con tasas de supervivencia elevadas a los cinco años en niños menores de 14 años con tumores malignos en España, la oncologíapediátrica ha avanzado hacia un enfoque más integral. "El abordaje de los aspectospsicológicos, en concreto de la autoimagen, está presente desde el diagnóstico, durante el tratamiento y en el seguimiento una vez finalizado el tratamiento", concluye.
El Día Mundial contra el Cáncer Infantil nos recuerda la importancia de seguir avanzando en la atenciónmédica y emocional de los niños que atraviesan esta enfermedad. La autoimagen es un aspecto esencial en su bienestar, y garantizar el apoyo adecuado les ayuda a sobrellevar mejor el proceso y a recuperar la confianza en sí mismos.