La lectura es ya una herramienta imprescindible en el desarrollo de las personas. De hecho, es una de las primeras tareas que aprendemos en el colegio, fundamental para continuar con el aprendizaje de las distintas materias y con el propio crecimiento personal. El mes de abril es la fecha del año en la que más se sensibiliza sobre la lectura. El pasado día 2 de se celebró el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, mientras que el próximo martes, día 23, viviremos el Día Internacional del Libro o el ya tradicional Sant Jordi en Cataluña.
Durante esta época del año se aprovecha, además, para fomentar la lectura entre adultos y niños. Según un estudio reciente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) en colaboración con el Ministerio de Cultura, el 74% de los jóvenes entre los 14 y los 24 años se considera lector. De los 10 a los 14 años, el índice asciende al 85,7% mientras que de los 6 los 9 años, el 86% de los niños confirma leer en su tiempo libre. Asimismo, las familias que leen libros a los menores de 6 años alcanzan el 76,3%.
Son, sin duda, unas cifras positivas que nos han llevado a contactar con Angélica Joya, psicóloga clínica experta en Psicología Adleriana y Psicopatología, también autora del libro ‘Educar sin desesperar’. La experta nos cuenta cuáles son los beneficios que tiene la lectura en los más pequeños, a qué edades se recomienda empezar, o qué soportes son los más indicados.
¿A QUÉ EDAD EMPEZAR A LEER?
Muchos niños empiezan a aprender a leer en la educación preescolar, ya que se entiende que cuanto antes comiencen, podrían mejorar sus capacidades cognitivas. Sin embargo, la experta nos cuenta que esta pregunta es todavía “un gran debate”. En lo que sí hay consenso entre los expertos es que “antes de los 7 años no es necesario que nos preocupemos en absoluto si nuestro hijo o hija no sabe leer”.
De los 6 los 9 años, el 86% de los niños confirma leer en su tiempo libre
También hay consenso en todo lo que aporta este hábito a todos los niveles de las personas, y destacadamente en los niños. “La lectura tiene muchísimos beneficios”, indica la psicóloga, a lo que añade que ayuda a “estimular la imaginación, el vocabulario y la creatividad, a desarrollar la concentración, el pensamiento crítico, la paciencia, la toma de decisiones, la deducción, el pensamiento causa-efecto y el gusto por aprender y descubrir cosas nuevas”.
Todo esto a nivel académico o cognitivo, pero la lectura también impacta positivamente en la psicología del niño: “Los niños que tienen buenos hábitos de lectura tienen mayor probabilidad de desarrollar empatía porque entienden mucho mejor las emociones y practican el ponerse en el lugar de otros continuamente a través de la narrativa. También ayuda a conocerse mejor, porque leyendo pueden descubrir sus gustos y a través de los personajes pueden conocer los valores con los que se identifican más o los aspectos que les llaman más la atención”, señala Joya.
PANTALLA O PAPEL: ¿QUÉ SOPORTE ES MEJOR?
En la nueva era digital, el libro electrónico es ya una realidad y puede convertirse en una opción que ofrezcamos a nuestros hijos. Sin embargo, las pantallas están asociadas a otras opciones de entretenimiento diferentes a la lectura, quizá no tan recomendadas. Cuando le preguntamos a la experta qué soporte es mejor, si papel o pantalla, nos dice que todo “depende del tipo de lectura”.
Según Angélica Joya, algunos estudios que han comparado los libros digitales con los de papel han concluido que, a la hora de trabajar con libros para el aprendizaje el papel es la mejor opción. Sin embargo, al hablar de novelas o libros destinados al entretenimiento, “no existen diferencias significativas entre un formato u otro”. Todo apunta a que, cuando se lee sobre pantallas, la carga cognitiva que se debe hacer es mucho mayor para poder mantener la información en la mente y procesarla al mismo tiempo. Esto “dificulta la asimilación de contenidos”. Otra de las razones que explica estas conclusiones es que al leer contenido académico, memorizamos la posición que tienen las palabras e imágenes en la ‘hoja’. Sin embargo, en el soporte electrónico esto se pierde.
RECOMENDACIÓN DE EXPERTA
Hay muchos aspectos que ayudan a fomentar la lectura entre los más pequeños, entre ellos, el entorno del niño. La experta recuerda que, “al igual que muchas de las habilidades de la vida, la lectura se desarrolla mucho mejor en un ambiente que te observe, respete, te anime y acompañe en tu propio proceso”. De esta manera, crecerán sin el miedo al fracaso, pero esto “sólo se logra cuando estamos seguros de que nos quieren y aceptan por lo que somos, no por lo que sabemos o lo que logramos hacer”, señala la psicóloga.
Por ello, anima a las familias a que reflexionencómo pueden ayudar a sus niños en el proceso, igual que un día hicieron, por ejemplo, cuando aprendieron a caminar: ¿Le comparabas? ¿Le forzabas? ¿Le criticabas? O, ¿simplemente le ayudabas a mantenerse seguro, le animabas, estimulabas y tenías fe de que lo conseguirías?