Los andadores para bebés, a pesar de su popularidad, representan un serio peligro para los más pequeños. Numerosos estudios han demostrado que estos dispositivos pueden causar graves lesiones y retrasar el desarrollo motor de los bebés. Es fundamental que los padres y cuidadores estén informados sobre los riesgos asociados al uso de andadores y opten por alternativas más seguras para fomentar el desarrollo de sus hijos.
En este sentido, la Dra. Mar López Suerda (@marlopez_pediatra) y Bebé A Bordo (@bebeabordo_bezoya) comparten, a través de un post en Instagram, un caso real para ejemplificar los peligros que suponen estos artilugios. “Vino a Urgencias una niña de un año porque se había caído por las escaleras y tenía una fractura en el radio. La peque estaba en el andador mientras su padre cocinaba, y se precipitó por las escaleras de la entrada de la casa”, comienza el vídeo. Entre los principales riesgos para los pequeños, destaca que los andadores:
- Cuadriplican el riesgo de caída. Esto se debe a que niños que aún no están preparados para desplazarse solos lo hacen, e incluso más rápido de lo que podrían.
- Aumentan el riesgo de quemaduras e intoxicaciones. Con los andadores, los niños alcanzan lugares que a los que no llegarían sin este aparato.
- No ayudan a que el pequeño camine antes. Todo lo contrario, pues retrasan que lo haga de forma autónoma. Además, con el andador se acostumbran a hacerlo echando el peso hacia delante.
"La peque estaba en el andador mientras su padre cocinaba, y se precipitó por las escaleras de la entrada de la casa"
LOS NIÑOS APRENDEN A CAMINAR SOLOS
Los niños suelen empezar a caminar apoyándose en los muebles o piernas, pero no dándoles las manos, como se indica en la publicación de Instagram. Posteriormente, dan pasos laterales agarrándose de los mismos muebles, hasta llegar a andar ‘entre islas’. Esto consiste en dar un par de pasos entre dos apoyos. Cuando han conseguido caminar sin apoyo, se puede decir que han aprendido a andar.
Sin embargo, si queremos estimular al peque para que camine, también podemos hacerlo. Pero, ¿cómo? La respuesta también la ofrecen en el mismo post de Instagram:
- Con movimiento libre y mucho suelo.
- Poner muebles cerca del sofá para que se vaya apoyando. Poco a poco los vamos alejando para que la distancia sea mayor.
- No se recomienda coger de los brazos a los bebés para que caminen.
Estas medidas pueden facilitar el aprendizaje al niño, pero es importante recordar que no se recurra nunca al andador. “No a estos artilugios. La Asociación Española de Pediatría nos dice que el mejor andador es el que no se usa”, concluye la pediatra.