Nunca se sabe cuándo podemos hacer frente a los contratiempos de salud, pero ahora que llega el verano y que toca pasar unos idílicos días en familia, conviene extremar al máximo las precauciones. Sin embargo, con los peques de la casa puede volverse muy complicado y hay que estar alerta a los síntomas que puedan demostrar para poder solicitar atención médica cuanto antes.
Para poder hacer frente a este tipo de situaciones, la pediatraMar López Sureda (@marlopez_pediatra), que suma más de 418.000 seguidores en Instagram, ha explicado en un Reel los 7 motivos por los que deberíamos llevar a los niños a Urgencias. Y entre ellos, podemos encontrar desde problemas respiratorios a síntomas en la piel. Te lo contamos:
VÓMITOS Y DIARREAS
Si nuestro peque presenta vómitos y diarrea y, además, tiene los ojos hundidos y llora sin que le caigan lágrimas, es conveniente acudir a Urgencias para obtener una valoración clínica. Otros síntomas que acompañan a la afección son la piel poco elástica, que se puede comprobar si “le pellizcas y la piel no vuelve a su sitio”, o si no hace pipí.
MANCHAS EN LA PIEL
Las manchas en la piel tipo petequias son motivo para acudir a Urgencias. Se trata de unas manchas redondeadas “que no desaparecen al estirar o presionar” y que deben ser alarmantes si el niño o niña demuestra vómitos,fiebre o dolor de cabeza (detectable si el bebé está irritable). Estas manchas pueden deberse a infecciones víricas, fúngicas o bacterianas y precisan de tratamiento para el control de la infección.
DIFICULTAD PARA RESPIRAR
La dificultad para respirar es otro de los síntomas alarmantes. Puede detectarse si se marcan las costillas durante la respiración, si se escuchan pitos (sibilancias) al respirar o si realiza respiraciones muy rápidas. Podría tratarse de infecciones respiratorias, las cuales deberían abordarse cuanto antes para evitar que compliquen su estado de salud.
DOLOR DE BARRIGA CONTINÚO
Si un niño se aqueja por el dolor de barriga constante y creciente, es motivo de sospecha de que algo puede ir mal. Hay que descartar que no se trata de retortijones, característicos porque “vienen y van”, sino que es un dolor que “va a más”. La valoración médica ayudará a obtener más conclusiones.
CONVULSIÓN POR FIEBRE
La fiebre es una señal del cuerpo que indica que el sistema inmunitario está haciendo frente a una enfermedad o afección. La Asociación Española de Pediatría indica que debe considerarse elevada si la temperatura del niño medida en la axila alcanza los 37,5ºC o los 38ºC, en caso de que se mida en el recto. La convulsión febril aparece de forma brusca, con movimientos musculares repetidos y anormales, que pueden ir acompañados de la pérdida de la consciencia.
ESCARLATINA
Los principales síntomas de la escarlatina son las anginas, la aparición de sarpullido, el dolor de garganta súbito que ocurre “de un día para otro”, fiebre alta también aparecida de forma brusca y los ganglios hinchados. La escarlatina, en cambio, no provoca tos ni rinorrea (moco claro “como agüilla”, indica la pediatra), pero sí un sarpullido rasposo en la piel y enrojecimiento en los pliegues. Esta infección suele darse desde los 5 años
GOLPES EN LA CABEZA
Es importante llevar al niño a Urgencias si ha tenido un golpe en la cabeza acompañado de la pérdida de consciencia o si tienen vómitos, si cuesta despertarlos del sueño, si observamos la presencia de “golpes alrededor de los ojos o detrás de las orejas” o “si les sale sangre o un líquido claro de las orejas o la nariz”, señala la doctora. Además, también hay que acudir al médico si nuestro peque tiene menos de dos años se ha caído desde más de un metro de altura o si es mayor de dos años y cae desde los 1,5 metros.