Cuando nace un bebé y más especialmente si es de la familia, es probable que tengamos muchísimas ganas de verle por primera vez y de cogerle entre los brazos. Nos encontramos ante un evento muy grande y lleno de felicidad, pero no podemos olvidar que vamos a recibir a una persona muy frágil que acaba de llegar a este mundo y hay que cuidar el momento para preservar su salud.
Para que no se nos escape detalle, Ainhoa Baucells, la enfermera especialista en pediatría más conocida en redes como @enfermeradebebes, nos ha dejado las ’10 reglas de oro a la hora de visitar a un recién nacido’. ¡Síguelas sin excusas si vas a ver a un bebé próximamente!
10 NORMAS PARA VISITAR A UN RECIÉN NACIDO
1. Llama siempre antes de ir. Como es lógico, debes avisar de cuándo tienes planteado acercarte a conocer al bebé, ya que no siempre va a ser el mejor momento. De hecho, no a todas las familias les gusta recibir visitas durante los primeros meses, ya que su sistema es muy delicado y cualquier contagio o infección podría tener consecuencias graves en su salud.
2. Concertar la visita. Una vez que hayas avisado de que vas a hacer una visita, pregunta cuál es el mejor momento del día para acercarte. Los padres estarán muy cansados y, además, deben adaptarse a los nuevos horarios que necesita su bebé, así que consulta con ellos las horas que mejor les venga.
3. Limpia tus manos. A la hora de coger un bebé, ya sean las visitas o sus propios padres, es fundamental hacerlo con las manos limpias. Toda precaución es poca para prevenir el contagio de enfermedades e infecciones que puedan afectar a su estado de salud o desarrollo. Asimismo, lavarte las manos no te da permiso de coger al bebé. Debes cerciorarte de que los progenitores estén de acuerdo en que le cojas en brazos, ya que no todas las familias quieren que sus hijos pasen por cientos de manos y microbios durante sus primeros días de vida. Y, si fuera necesario, pregunta por una mascarilla para cubrir tu boca.
4. Cancela tu visita si te encuentras mal. Hay que tener prudencia con cualquier síntoma que podamos presentar, ya que los recién nacidos son muy vulnerables ante cualquier infección, según la experta. En caso de que sientas alguna molestia o dolor de algún tipo, anula tu visita.
Es fundamental hacer caso a los hermanos del bebé y jugar con ellos para que no se sientan desplazados, que no desarrollen celos y que no sientan la necesidad de llamar la atención
5. Ofrece tu ayuda a la familia. Cuando un bebé llega a este mundo, comienzan unos días duros y de mucho trabajo para sus padres, ya que el bebé ocupará el foco de su atención. Una buena idea es ofrecerte a echar una mano con lo que necesiten, ya sea con alguna tarea del hogar, preparando algo de comida para ellos o entreteniendo a los otros hermanitos.
6. Atiende al resto de hermanos. Como adelantábamos al principio del artículo, la bienvenida de un recién nacido acapara todas las miradas, pero sus hermanos son todavía muy pequeños para entender la situación. Así que es fundamental hacerles caso y jugar con ellos para que no se sientan desplazados, que no desarrollen celos y que no sientan la necesidad de llamar la atención. Juega y habla con ellos, pregúntales cosas de su día a día y deja que te expliquen cómo cuidan del nuevo miembro de la familia.
7. No interrumpas el momento de dar el pecho. La lactancia es un proceso difícil y que también conlleva un tiempo de adaptación, pues tanto “madre e hijo necesitan tiempo y tranquilidad”. Por eso, debemos evitar que se sientan presionados y lo mejor es darles intimidad para que estén más cómodos.
8. No extiendas la visita durante mucho rato. Lo mejor es que te pases un rato corto para no crear demasiado jaleo en casa y dejar que la familia pueda continuar con sus horarios dentro de lo posible.
9. Interésate por la madre. Hemos hablado del cansancio y del trabajo que trae para los padres cualquier bebé. Si le sumamos la complejidad del postparto con los desajustes hormonales, no nos debe de extrañar el difícil momento que debe estar atravesando la mamá, así que le vendrá bien que le preguntes qué tal se encuentra para que pueda desahogarse y contar con apoyos.
10. No des tu opinión. Ni todos los embarazos son iguales, ni tampoco todos los partos. Mucho menos, los recién nacidos. Así que des tus consejos si no te han preguntado por ellos, ya que “sin querer, puede sobrecargar a los padres”. Aunque la llegada de un bebé al mundo, por lo general, sea un momento cargado de felicidad, recuerda que son unos días de aprendizaje, de cansancio y de mucho estrés emocional, así que dales su tiempo para no saturarles.
