Durante los meses de verano, la piel requiere de unos cuidados específicos, ya que la acumulación de sebo y suciedad puede ser mayor debido a la sudoración. Para Cristina Galmiche, especialista del cuidado de la piel y directora de los centros de estética Cristina Galmiche, la clave está en la limpieza facial. Y, aunque advierte que “los hombres cada día se cuidan más y ya la han incorporado a su rutina”, en una entrevista para Estetic la experta desvela en exclusiva cuáles son los pasos que deben ejecutar y en qué orden practicarlos:
El primero de todos es la correcta limpieza de la piel “para que todos los productos que apliques penetren verdaderamente en los poros”. Pero esta limpieza no debe ser agresiva ni muy invasiva para no alterar la función barrera cutánea. Por ello, los básicos que recomienda utilizar para la higiene del rostro deberían ser una leche limpiadora, una loción calmante y una loción equilibrante, unos productos que podemos encontrar en la línea cosmética de la propia Galmiche.
Estos cosméticos de higiene eliminarán la suciedad exógena (restos de cosméticos, polvo, suciedad, polución), endógena (sudor y sebo) y las células muertas de la piel, dejándola preparada para los siguientes pasos de la rutina. Seguidamente, toca aplicar el sérum protector, el cual además de ofrecer su función específica, “potenciará la efectividad de la crema que se vaya a utilizar después”. Lo mejor es confiar en un sérum de carácter protector, un cosmético “todoterreno” para refrescar y mejorar el aspecto de la piel: “Por dentro, calma, cicatriza y regenera. Por fuera, suaviza, ilumina y aporta elasticidad”.
"Después de las vacaciones, la piel necesita oxigenarse debido al exceso de protección solar y cremas que usamos durante ese tiempo"
Y, por último, llega el turno del protector solar. “Nunca debemos salir a la calle sin protector solar”, recuerda Galmiche, pero “si lo aplicas antes, harás que el resto de tus productos hayan sido completamente inútiles”, añade. Por ello, insta a finalizar el protocolo facial con la aplicación de la crema solar en el último paso, de tal manera que también se añada “una base de antioxidantes clave para neutralizar el efecto negativo de las radiaciones solares” y se “sellen los beneficios de los productos anteriores”.
Como sospecharás, estos pasos de la rutina son esenciales no sólo en verano, sino durante todo el año. En cambio, para reparar el tejido cutáneo de los efectos del sol tras los meses más cálidos, la especialista en el cuidado de la piel recomienda complementar la rutina de cuidados básica con un tratamiento profesional en concreto: la oxigenación facial:
“Es importante realizar una oxigenación calm porque, después de las vacaciones, la piel necesita oxigenarse debido al exceso de protección solar y cremas que usamos durante ese tiempo”. Este protocolo utiliza activos calmantes e hidratantes, como los de la línea calm de Cristina Galmiche, cuyo sérum incorpora ácido hialurónico para hidratar y probióticos para restaurar la barrera lipídica de las pieles sensibles. También incluye agascalm, extracto de planta natural con propiedades antiinflamatorias que alivia el enrojecimiento de la piel y el envejecimiento cutáneo.
"Las manchas no aparecen después del verano, sino durante el verano"
Además, durante el verano es probable que aparezcan manchas en el rostro. La experta recuerda que la protección solar no evita su manifestación, pero sí que reduce su aparición. Cristina Galmiche ya habló del tratamiento profesional con láser amarillo en el podcast de Estetic, ‘La Huella de la Piel’. Pero, para trabajar las lesiones del sol en la piel por, también se puede confiar en otros tratamientos. Por ejemplo, la oxigenación facial artesanal como dermowhite.
Se trata de “una limpieza minuciosa combinada con principios activos destinados a frenar la síntesis de melanina y con ello la aparición de manchas”. Con dermowhite, “el tono se unifica, la piel luce más luminosa y los poros se alisan”. Pero también se consigue una piel libre de impurezas, queda una sensación de suavidad y confort, se equilibra el pH cutáneo y se hidrata en profundidad.
“Además, cuenta con un potente poder antioxidante que ayuda a prevenir la aparición de arrugas, estimula la circulación sanguínea, clave para que la piel se fortalezca con mayor cantidad de nutrientes, vitaminas y colágeno y consiga una mejor apariencia”. Otro beneficio clave es que “evita la síntesis de melanina”, impidiendo, a su vez, la hiperpigmentación y la aparición de manchas, unificando el tono de las ya existentes.