La testosterona es la hormona masculina más famosa, se relaciona con una voz más ronca, aparición de vello y otras características sexuales, así como el desarrollo de la masa muscular. Su generación comienza en el cerebro, concretamente, comienza a sintetizarse en el hipotálamo. En ocasiones, existen múltiples factores como el estilo de vida, consumo de medicamentos o el estrés, que pueden trastocar sus funciones y desembocar en trastornos hormonales.
Ante ello, para conseguir el equilibrio hormonal, entran en juego varias hormonas como la luteizante (LH), la estimulante del folículo (FSH), la liberadora de gonadotropina (GnRH) o la más conocida, la testosterona. Por ello, conocer las causas y sintomatología es importante de cara al diagnóstico y tratamiento temprano.
- DÉFICIT DE TESTOSTERONA: La testosterona suele alcanzar su punto más alto durante la adolescencia, con el paso de los años disminuye progresivamente. Cuando hay una menor producción de testosterona, puede deberse a una alteración que disminuye su producción en los testículos. Padecer de unos niveles bajos de testosterona se denomina hipogonadismo. Algunos de los síntomas que pueden servir para identificar un trastorno por déficit de testosterona incluyen: Sofocos y sudoración, osteoporosis (la reducción de tamaño y grosor de los huesos), disfunción eréctil, fatiga generalizada o padecer irascibilidad continua e, incluso depresión.
- EXCESO DE TESTOSTERONA: Un exceso de testosterona puede reconocerse por la presencia de la siguiente sintomatología: exceso de vello corporal, acné, aumento de la grasa corporal –sobre todo en el pecho- o cambios en el humor. En ese sentido, algunos comportamientos pueden verse alterados con esta afección como el aumento de la agresividad, del deseo sexual o de la competitividad. Otras de las complicaciones que puede entrañar están relacionadas con los cambios en la próstata que, puede agrandarse y perder fuerza a la hora de orinar, así como aumentar la frecuencia. Su origen puede deberse a múltiples razones: pubertad, tumores, consumo de suplementos o esteroides, hipertiroidismo o un exceso de alcohol y tabaco.
La testosterona es la principal hormonal masculina y se encarga del desarrollo de los caracteres sexuales secundarios
- HIPOGONADISMO: Este trastorno endocrino puede darse en hombres y mujeres. En el caso de los hombres, tiene lugar cuando los testículos dejan de producir testosterona, por razones genéticas, lesiones o infecciones. Sus manifestaciones más destacadas son el escaso desarrollo muscular, de los genitales, de la profundidad de la voz, del vello facial y del crecimiento en general. También interfiere el deseo sexual y provoca un aumento de las mamas.
- HIPERCORTISOLISMO : El cortisol es la hormona del estrés. Su producción aparece ante el exceso de ansiedad y situaciones de estrés. Y una sobreproducción de esta hormona implica una alteración el metabolismo, la energía, los ciclos de sueño y los niveles de inflamación, entre otras muchas funciones. Además está estrechamente relacionado con otros trastornos hormonales como la enfermedad de Addison o el síndrome de Cushing.
Una alteración en la testosterona puede indicar otro trastorno subyacente
- ENFERMEDAD DE ADDISON: Este síndrome afecta por igual a hombres y mujeres, se caracteriza por el exceso de producción de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH). Esta hormona provoca un exceso de pigmentación en la piel y mucosa bucal, resultando en una insuficiencia renal con origen endocrino. Entre otros de sus síntomas se incluyen la debilidad general, confusión y dolor en espalda, piernas y abdomen bajo. Su origen está en las glándulas suprarenales y su incapacidad para producir cortisol y aldosterona –las encargadas de degradar las grasas e incrementar la presión sanguínea-.
- ENFERMEDAD DE CUSHING: Por el contrario, la enfermedad de Cushing implica la sobreproducción de cortisol. Resulta en una alteración del metabolismo de las grasas que, a su vez, implica la aparición de acné, cicatrización lenta, aumento de peso y riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2.
- HIPERESTROGENISMO: Los hombres también producen estrógenos y un exceso de esta hormona puede interferir con la libido. La hiperestrogenia se manifiesta a través de la disminución del deseo sexual, disfunción eréctil, infertilidad, incremento de peso,depresión, aumento de mamas y redistribución de la masa muscular de tipo femenino. Sus causas pueden variar desde tumores hasta el consumo de determinados medicamentos y drogas como los opiáceos u otras drogas.
- DIABETES: La diabetes es una de las alteraciones hormonales más conocidas. Esta enfermedad consiste en tener los niveles de glucosa demasiado altos y su causa está en el comportamiento de la insulina. Concretamente, la diabetes de tipo dos incluye síntomas como la micción frecuente, aumento de sed y de apetito, fatiga, y testosterona baja junto con todas sus implicaciones: disfunción eréctil o libido baja, entre otros.