Los brillos en la cara se han convertido en un problema estético especialmente frecuente en verano. Las altas temperaturas y el sudor propician que nuestro cuerpo produzca grasa en la piel de forma descontrolada y mantenerlos bajo control es tarea complicada, sobre todo en aquellas pieles que sean grasas o mixtas. Además, los hombres son más propensos a desarrollar este problema.
Así lo confirma para Estetic la Dra. Rosa del Río, dermatóloga del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), pues “la piel del varón tiene más glándulas sebáceas y genera hasta el doble de grasa que la de la mujer”. De hecho, “es un problema común en pieles grasas”, señala la experta.
La presencia de brillos en la cara “se debe a que las glándulas sebáceas segregan más grasa, sobre todo en la zona T del rostro (frente, nariz y barbilla)”. Y sus causas “pueden ser muy diversas”, pero destacan sobre todas ellas los problemas hormonales. Además, “en verano las pieles grasas tienden a empeorar y a generar más brillos debido al aumento de las temperaturas, a la mayor sudoración, la exposición solar, etc.”.
"No hay que descuidar la protección solar, ya que hay fórmulas para todo tipo de piel"
En principio, los brillos en el rostro no suponen un problema clínico, sino cosmético. No obstante, “si ese exceso de grasa finalmente se asocia a la obstrucción de los folículos pilosebáceos y a la aparición de acné, entonces ya sí que hablaríamos de un problema cutáneo”. En cualquier caso, si te sientes identificado y te interesa saber cómo abordarlo, hay algunas medidas que pueden ayudarte a controlar el problema.
La dermatóloga destaca la importancia de “seguir una rutina de limpieza de mañana y noche con productos específicos para pieles grasas”. Para ello, recomienda utilizar cosméticos que contengan principios activos como el ácido salicílico o el ácido glicólico, conocidos por su capacidad para eliminar el exceso de grasa. Además, “evitan la obstrucción de los folículos pilosebáceos, la acumulación de grasa, células muertas y residuos que den lugar a un brote de acné”.
Asimismo, es necesario hidratar adecuadamente a la piel. La doctora aconseja hacerlo con cosméticos libres de aceites y de textura ligera (es decir, no oclusivos) que contengan ingredientes seborreguladores. Ejemplo de ello son la niocinamida y el retinol, sustancias que también “contribuyen a afinar el poro y mejorar la textura de la piel”, recuerda.
“La piel del varón tiene más glándulas sebáceas y genera hasta el doble de grasa que la de la mujer”
Junto a todos estos imprescindibles de la rutina cosmética, la Dra. del Río completa las medidas con el uso de la protección solar. Si bien las cremas de fotoprotección son conocidas por su textura grasa, la dermatóloga recuerda que “hay fórmulas para cada tipo de piel”. Las de textura fluida y de etiquetado ‘no comedogénico’ son las más indicadas para las pieles grasas.
Además de los pasos que podemos aplicar desde casa, no hay que olvidarse de los tratamientos en clínica. Para depurar la piel y controlar el exceso de sebo, la doctora recomienda los protocolos de higiene facial profesional, que limpian los poros en profundidad. Además, algunos de ellos están diseñados específicamente para tratar pieles grasas.