Aunque es mucho menos frecuente que en mujeres, los hombres también pueden desarrollar cáncer de mama. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente entre el 0,5% y el 1% de los casos de cáncer mamario afectan a varones. Lo cierto es que existe una elevada visibilización de la enfermedad entre el público femenino, ya que la incidencia en este grupo es elevada: se diagnostican alrededor de 144 casos por cada 100.000 mujeres al año, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Pero entre los varones hay una ausencia de conciencia sobre la causa, un hecho que repercute negativamente en la agilidad del diagnóstico y, por ende, en las tasas de supervivencia.
Esa desinformación, resta de importancia o ausencia de concienciación en los hombres genera una tendencia a pensar que ellos no van a sufrir la enfermedad y, por tanto, quedan en una situación de vulnerabilidad. Este 19 de octubre, se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama y desde Estetic queremos contribuir a la difusión sobre cómo deberían los varones acercarse a esta patología, que muchas veces les genera estigma social al enfrentarse a una enfermedad mayoritariamente femenina, pero no exclusiva de las mujeres.
AUTOEXPLORACIÓN EN HOMBRES
La autoexploración mamaria es, al igual que en las mujeres, una herramienta de diagnóstico válida y eficaz en hombres. Sin embargo, Màrius Soler, presidente de la Asociación de Cáncer de Mama Masculino (INVI), ya explicaba para ConSalud.es que el 86% de los varones que participaron en una encuesta de la asociación formulada a través de las redes sociales “no tenían ni idea de cómo realizarse una autoexploración”. A ello, añadía que “médicos de Atención Primaria devuelven a casa a pacientes al no reconocer los síntomas”.
Por tanto, ¿qué señales deberían alertar sobre una situación irregular en el pecho de los hombres para sospechar de cáncer mamario? Además del factor genético con familiares de primer y segundo grado que hayan padecido la enfermedad, debería preocuparnos la presencia de “una masa palpable indolora unilateral en una sola mama de localización central subareaolar o excéntrica al complejo areola-pezón con afectación precoz del pezón”, así como un pezón retraído, según recoge el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam). No obstante, muchos hombres interpretan que la aparición de un bulto en la zona podría tratarse de un saco de grasa, retrasando así su visita a la consulta y el diagnóstico médico.
La mayoría de los hombres desconoce cómo practicarse una autoexploración mamaria
Un autoexamen de las mamas en los varones ayudaría a detectar la presencia de protuberancias de forma temprana. Todo hombre debería hacérselo una vez al mes, siguiendo las siguientes pautas:
- Observa tu pecho en el espejo: colócate en una posición normal en la que podrás evaluar si ha habido cambios en el tamaño, simetría, volumen y la forma de tus mamas y pezones, o también analizar si hay hoyuelos, protuberancias o cambios en la piel de la zona. Mira bien si los pezones se están retrayendo o cambiando de dirección, porque en ese caso deberás dirigirte a consulta. A continuación, lleva tus dos manos detrás de la nuca para contraer los músculos y detectar si existe alguna lesión mamaria de las referidas.
- Palpación de pie: ahora toca pasar a palparse el pecho con las yemas de los dedos. Aprieta por cada zona de la mama en vistas a notar hipersensibilidad o algún bulto, sin olvidarte de pasar por el pezón.
- Palpación boca arriba: se trata de aplicar presión con las yemas de los dedos para localizar posibles masas. Aprieta tus pezones para saber si sale líquido de ellos (si así fuera, no dudes en acudir al médico). Después, túmbate boca arriba y sin camiseta, llevando la mano derecha detrás de la nuca, inicia la palpación de tu mama derecha con tu mano izquierda. Será entonces cuando deberás tocar la región axilar hacia abajo, hasta llegar al pezón, para detectar si hay bultos. También deberás palpar todo el seno con movimientos circulares y paralelos. A continuación, repite el proceso con la otra mama, cambiando de mano.
La autoexploración es el método con el nosotros mismos podemos detectar anomalías en nuestro cuerpo que nos hagan sospechar y nos empujen a acudir a la Atención Primaria. Es de vital importancia, ya que permite un diagnóstico temprano, un hecho primordial para detectar el cáncer en los estadios más tempranos de la enfermedad y evitar que tenga una deriva metastásica y más letal.