El retinol es uno de los ingredientes estrella en el cuidado de la piel gracias a su capacidad para estimular la producción de colágeno, mejorar la luminosidad y reducir manchas. Sin embargo, su aplicación incorrecta puede provocar irritaciones y descamación. Para evitar estos efectos secundarios y aprovechar al máximo sus beneficios, es fundamental saber cómo introducirlo progresivamente en la rutina de belleza.
La especialista en dermatología Almudena Nuño, conocida en redes como @almuderma, ha compartido una guía detallada sobre cómo empezar a usar el retinol sin dañar la piel. "El retinol es una molécula que nos va a ayudar a producir más colágeno y también quita las capas más superficiales de la piel, dejándola más luminosa y con menos manchas", explica.
"El retinol es una molécula que nos va a ayudar a producir más colágeno y también quita las capas más superficiales de la piel, dejándola más luminosa y con menos manchas"
Uno de los aspectos más importantes al introducir el retinol es la adaptación de la piel. "Al inicio, como la piel no está acostumbrada 'a trabajar', le cuesta adaptarse, por lo que se va a 'quejar' pelándose. Debemos ir poco a poco para que se vaya acostumbrando", señala la experta. Para evitar irritaciones, Nuño recomienda seguir un protocolo de aplicación progresiva. "Aplícalo la primera noche por toda la cara, salvo en el contorno de ojos y encima de los labios. Luego descansa de una a tres noches en las que solo aplicarás crema hidratante", sugiere.
La clave está en observar cómo responde la piel. "Si no te pelas, incrementa la frecuencia usándolo noches alternas o todas las noches, según tu tolerancia. Si te pelas, espacia más las aplicaciones y usa una crema reparadora. En estos casos, también puedes aplicar primero una crema hidratante y luego el retinol", aconseja la dermatóloga.
EL ECCEMA, UN POSIBLE EFECTO SECUNDARIO
El retinol es un potente activo que puede causar irritación si no se usa correctamente. En casos más graves, puede incluso provocar eccema, una inflamación cutánea que requiere tratamiento médico. "El eccema aparece cuando la piel se irrita mucho, y es mejor evitar llegar a ese momento. Puede tratarse con cremas de corticoides, pero esto debe pautártelo un médico", advierte Nuño.
"El eccema aparece cuando la piel se irrita mucho, y es mejor evitar llegar a ese momento"
Otro de los grandes mitos sobre el retinol es su incompatibilidad con el sol. Sin embargo, la dermatóloga aclara que no es necesario suspender su uso en verano. "El sol no es un motivo para dejar el retinol. Si nuestra piel ya está acostumbrada a usarlo, no se va a irritar. Sin embargo, es imprescindible usar protección solar. Si nuestra piel se irrita fácilmente, es mejor evitar combinarlo con la exposición solar y empezar a usarlo en épocas con menos sol", explica.
Con una introducción progresiva, hidratación adecuada y uso de protección solar, el retinol puede convertirse en un gran aliado para mejorar la textura de la piel, reducir imperfecciones y prevenir el envejecimiento prematuro. Siguiendo estos consejos, es posible disfrutar de sus beneficios sin efectos secundarios indeseados.