Llega un momento en la vida en que una se pregunta si debe usar o no un serum, esa fórmula tan de moda que está por todas partes. No es que te queramos decir lo que tienes que hacer, pero si pasas de largo definitivamente te estás perdiendo algo bueno para tu piel.
Y es que son muchos los beneficios que tu piel se está perdiendo si aún no has incorporado un serum a tu rutina de belleza. En este sentido, Alexander Scholz, creador de la marca de cosméticos Muti, "estos elixires de belleza alcanzan objetivos aún más ambiciosos que los de las cremas y consiguen que lo que buscamos al invertir en productos de cuidado facial se traduzca en resultados visibles en menos tiempo".
Las refrescantes fórmulas sin grasas ni aceites de los serums incluyen una alta cantidad de principios activos en forma de minúsculas moléculas
Sigue leyendo y no pierdas detalle de todos los beneficios que se esconden detrás de estos elixires...
1. Fórmulas ligeras altamente concentradas
Las refrescantes fórmulas sin grasas ni aceites de los serums incluyen una alta cantidad de principios activos en forma de minúsculas moléculas. Así, la piel los absorbe e integra rápido y con eficacia, alcanzando capas profundas de la piel y ejerciendo como auténticos 'agentes de cambio'.
2. Aplicación sencilla y que 'cunde'
Al absorberse tan rápido, la rutina se hace más ágil. Lo ideal es usarlo de día y de noche, pero si sólo te vas a centrar en un momento, que sea antes de acostarte. Puedes usar el serum sobre la piel limpia, sin necesidad de aplicar una crema a continuación, para estimular el ciclo de renovación celular. Además, bastan dos o tres gotas para cubrir las necesidades de rostro y cuello, con lo que tu suero te durará mucho tiempo.
3. Versatilidad y eficacia a prueba de impacientes
Su misión no es hidratar, sino servir a necesidades como potenciar la luminosidad, mitigar las señales de estrés en la piel, tratar el envejecimiento prematuro o combatir el acné. Hay un serum prácticamente para cada situación, lo que te permite personalizar tu rutina al máximo. Además, los serums preparan la piel para el tratamiento posterior, potenciando su efecto.