Los EGF (Factores de Crecimiento Epidérmico) son unas proteínas presentes en nuestro cuerpo con funciones de reparación y regeneración de los tejidos. Su gran poder regenerador se ha extendido desde la medicina a la estética, ya que son capaces devolver firmeza, elasticidad, densidad y tersura a la piel.
Así, a nivel epidérmico, los EGF aumentan la renovación celular y, a nivel dérmico, promueven la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico natural.
Sin embargo, a partir de los treinta, su producción natural se reduce en un 50%. Además, la exposición a los rayos UV acelera su disminución, ralentizando la renovación de la piel.
Sus activos biotecnológicos están vehiculizados en las formas farmacéuticas más evolucionadas, que presentan efecto de liberación sostenida en el tiempo.
Su modo de empleo es muy sencillo. Se debe aplicar por la mañana y/o noche sobre la piel limpia solo o antes de la crema Skin Factor o tratamiento habitual y especialmente después de tratamientos agresivos como peelings, fotodepilación, microdermoabrasión, sobrexposición al sol, etc.