Somos muy conscientes de la importancia de cuidar nuestro rostro a diario para evitar las enfermedades de la piel y mejorar su aspecto pero, ¿te has preguntado alguna vez si existe la posibilidad de sufrir una ‘intoxicación cosmética’ por el uso excesivo de productos para su cuidado? Desde Estetic queremos resolver esta duda y, para ello, hemos hablado en exclusiva con la dermatóloga Sophía de la Corte. La experta nos indica que más que una ‘intoxicación’, deberíamos llamarlo ‘saturación de la piel’. Y, efectivamente, nos confirma que sí que podemos sufrirla.
Sin embargo, ¿por qué podríamos desarrollar esa saturación de la piel? La dermatóloga nos explica que a diario ve en su consulta cómo “muchas chicas jóvenes abusan de la rutina de skincare, provocando un efecto perjudicial para su piel. La mayoría de las veces compran cosmética con activos similares, por recomendación de amistades, redes sociales, perfumerías… Sin haber consultado su problema a un dermatólogo previamente y sin un correcto diagnóstico”. La experta también señala la alta demanda de la cosmética y la publicidad en redes sociales como causas del problema.
"Lo ideal es introducir los cosméticos de forma paulatina y de forma creciente para ir adaptando la piel"
En consecuencia, la saturación de la piel puede provocar obstrucciones en los poros por el exceso de aceites, que a su vez originen quistes de millium, puntos negros, comedones cerrados y pústulas, entre otras. Pero la doctora también advierte de que puede producirse una alteración de la barrea cutánea cuando los cosméticos “se emplean de forma excesiva o en un momento inadecuado para la piel, como por ejemplo, en un brote de acné, rosácea o dermatitis”. Por todo ello, nos recuerda que “el especialista encargado de atender la piel, tanto sana como enferma, es y debe ser el dermatólogo”.
Por otro lado, “cada activo tiene su forma de aplicación y la piel pasa por su proceso de adaptación”, insiste. Uno de los más conocidos es el retinol, con cuyo uso nuestra piel debe adaptarse mediante un proceso de ‘retinización’, “que produce pelado o enrojecimiento al inicio”. Sin embargo, “no es señal de intoxicación ni de intolerancia al activo, sino que forma parte del proceso natural y debe hacerse de forma progresiva, pautada por un profesional”. De esa forma, podremos mejorar los síntomas que desarrollemos y detectar si son normales o no.
MAYOR RIESGO POR UNA MALA COMBINACIÓN COSMÉTICA
Otro de los factores que podrían provocar una saturación cosmética es una mala combinación entre dos o más cosméticos. “Lo que más suelo ver es a pacientes que compran de forma compulsiva distintas cremas recomendadas en redes sociales, sin ver qué activos llevan. Y cuando miramos componentes, son muy similares entre sí, y son aplicados en la misma rutina facial a diario”. Por otro lado, la doctora también se ha encontrado con casos en los que pacientes “empiezan toda una rutina con distintos activos irritantes simultáneamente a diario (tratamientos médicos, exfoliantes agresivos, retinol, AHA…)”. Este error no se produciría si seguimos las instrucciones del dermatólogo, que recomendaría una introducción paulatina de los cosméticos a la rutina y de forma progresiva para ir adaptando la piel.
"El especialista encargado de atender la piel tanto sana como enferma, es y debe ser el dermatólogo"
Lo cierto es que la dermatología es una especialidad en sí misma y, obviamente, hay muchos aspectos que se nos escapan desde nuestro más puro desconocimiento. Por ejemplo, muchas de nosotras hemos recurrido al retinol por su acción múltiple: antimanchas, antiarrugas, hidratante y sebo-regulador. Sin embargo, la experta advierte que este activo “puede perder eficacia si se utiliza por las mañanas sin fotoprotector, ya que es fotosensible y sería como no haber aplicado nada”.
RUTINA DE SKINCARE BÁSICA
Si después de haber leído hasta aquí te preguntas si tu rutina de cuidado facial diaria está bien o si deberías introducir cambios, no te preocupes porque le hemos preguntado a la dermatóloga cómo debería ser una rutina recomendada, básica y “simplificada” para respetar la salud de nuestra piel. En primer lugar, nos aconseja “siempre limpieza facial a diario, mañana y noche”. Luego, por las mañanas, después de habernos limpiado, podemos utilizar “un antioxidante, como la vitamina C, pues a diferencia de lo que piensan muchos pacientes, debe usarse por las mañanas para prevenir manchas (no las provoca)”. Adicionalmente, incorporaremos “una hidratante y fotoprotección SPF 50+”.
Por las noches, antes de irnos a dormir, debemos limpiar nuevamente nuestra piel para eliminar toda la suciedad. Pero, además, podemos “aprovechar para utilizar activos transformadores, como el glicólico o el retinol, que ayuden a mantener una piel más sana, luminosa y homogénea”. Respecto al cuidado del contorno de ojos, recomienda aplicar una crema específica para ello, tanto por la mañana como por la noche y, para limpiar el rostro en profundidad, aconseja utilizar exfoliantes de 2 a 3 veces por semana. Por último, nos invita a realizarnos una limpieza facial profunda cada 2 o 3 meses.