Una vez más, las matemáticas marcan nuestras vidas y ahora también nuestro pelo. Gracias a unos cálculos matemáticos, Shampora fabrica tu champú, acondicionador y Leave-In, con los mejores ingredientes para ti y tu aroma favorito.
El concepto de algoritmo se basa en una serie de operaciones matemáticas que se ejecutan con un objetivo. Actos tan cotidianos como hacer la compra, llevan implícito un algoritmo simple en nuestro cerebro, que nos ayuda a planificar la ruta de la manera más optimizada posible. Si a este concepto le añadimos muchas más variables, como por ejemplo el tipo de cabello, el color o su textura, ya tenemos un algoritmo idóneo para encontrar la fórmula cosmética a medida. Aquí es donde interviene Shampora.
''Nuestro algoritmo se basa en un puntaje que hemos asignado a cada una de las posibles respuestas que el cliente da a las preguntas del cuestionario en la web. Esta puntuación crea la combinación de los ingredientes seleccionados previamente por los científicos del equipo Shampora, con sus respectivos porcentajes para cada fórmula personalizada'', apunta Manuel Corona, CEO y co-fundador de Shampora.
Shampora fabrica tu champú, acondicionador y Leave-In, con los mejores ingredientes para ti y tu aroma favorito
Así es como esta marca italiana, de productos capilares, diseña sus productos de forma personalizada para cada persona. ''Hace años no podía encontrar el champú más adecuado para mi cabello rizado, a pesar de que estaba trabajando en ese momento en uno de los gigantes del sector de la belleza y el cuidado capilar'', prosigue el CEO.
¿Cómo funciona esta operación matemática? Una vez que el cliente realiza el test de la web, respondiendo a preguntas como su largo de cabello, el tipo, sus deseos o problemas, el algoritmo estudia la mejor composición combinando los ingredientes que mejor encajan en su caso. A continuación, entra el equipo de laboratorio de Shampora. Ellos trabajan, en forma de operaciones y cálculos, hasta identificar la fórmula correcta en cada caso particular. Seleccionan los ingredientes y preparan el producto, siempre después de recibir el pedido (nunca antes).
El algoritmo estudia la mejor composición combinando los ingredientes que mejor encajan en su caso
A partir de aquí, entra en escena la Inteligencia artificial. Un sistema que interviene cada vez que un cliente lanza comentarios sobre el producto recibido. ''Cuando un cliente deja un voto en el momento de la valoración de su experiencia con nuestros productos, el sistema comprende si esa fórmula ha funcionado bien para ese cliente y sugiere una nueva en caso de encontrar calificaciones negativas'', destaca Corona.
¿Cuándo entran los humanos? En la selección de las fórmulas no hay intervención humana. ''En los únicos casos que intervenimos es cuando un cliente nos señala algún tipo de alergia u otra cuestión particular, en estas ocasiones tratamos de buscar alternativas a la fórmula creada por el algoritmo'', señala Corona. ''La intervención humana era posible cuando llegaban 3 o 5 órdenes al día. Desde el momento en que hemos comenzado a tener un mayor número de órdenes, fue necesario automatizar el proceso'', añade.
Según el CEO de Shampora, una de las tareas más importantes a nivel humano, es la de investigar para buscar nuevos ingredientes y alternativas que les permita innovar y mejorar constantemente la calidad de sus productos.