Cuidar la piel del rostro es esencial para mantenerla saludable y radiante, pero comenzar con una rutina facial puede ser abrumador, especialmente si no se tienen conocimientos previos. Una buena rutina no solo previene problemas cutáneos, sino que también ayuda a retrasar el envejecimiento y a proteger la piel de las agresiones externas. Conocer los pasos esenciales puede marcar la diferencia para quienes buscan resultados efectivos y duraderos.
En este contexto, la doctora Paula Fabero ha compartido, a través de su cuenta de Instagram (@dra.paulafabero), un vídeo explicativo con consejos para iniciar una rutina de cuidado. Así, el primer paso indispensable en cualquier rutina facial es la limpieza. “Para las que no tenemos una piel con nada en especial, doble limpieza”, recomienda, explicando que este proceso permite eliminar correctamente las impurezas acumuladas durante el día.
“Para las que no tenemos una piel con nada en especial, doble limpieza”
La doble limpieza combina micelas grasas y micelas jabonosas, que atrapan la suciedad de manera eficiente para dejar la piel completamente limpia y preparada para recibir los tratamientos posteriores.
Tras la limpieza, el siguiente paso fundamental es la fotoprotección. La experta subraya la importancia de utilizar protectoressolares de amplio espectro que cubran UVA, UVB, infrarrojos y luz visible, asegurando una defensa completa frente a los efectos dañinos de la radiación solar y otras fuentes de luz. Este paso no solo protege la piel, sino que también es clave para prevenir el envejecimiento prematuro y problemas como las manchassolares.
ANTIOXIDANTES, LOS ACTIVOS CLAVE
Además de la limpieza y la fotoprotección, una rutina facial básica debe incluir antioxidantes, como la vitamina C, para combatir la glicación celular, un proceso que acelera el envejecimiento de la piel. “Un antioxidante, muchas veces conocido como vitamina C, es imprescindible para evitar el envejecimiento celular”, señala Fabero, destacando que este ingrediente actúa como una barrera frente a los radicales libres y otras agresiones externas.
“Un antioxidante, muchas veces conocido como vitamina C, es imprescindible para evitar el envejecimiento celular”
Por la noche, el cuidado se complementa con un buen renovador celular. Entre las opciones recomendadas están los alfahidroxiácidos (AHA), betahidroxiácidos (BHA) o el famoso retinol, conocidos por estimular la regeneración celular y mejorar la textura de la piel. Estos activos son fundamentales para mantener una piel uniforme y luminosa.
La rutina facial básica propuesta se resume en cuatro pilares: limpieza, fotoprotección, antioxidantes y renovación celular. Siguiendo estos pasos, es posible establecer una base sólida para el cuidado de la piel, adaptándola posteriormente a las necesidades específicas de cada persona. Iniciar con lo esencial es clave para desarrollar un hábito que mejore tanto la salud como la apariencia de la piel.