Su éxito no es casualidad: el aceite es la textura que limpia la piel con mayor eficacia. Laura Romero, directora de formación de Guerlain, detalla los motivos para pasarse al aceite desmaquillante.
1. La opción más delicada. Los aceites no alteran la barrera cutánea, por lo que no irritan ni las pieles más sensibles. Al mismo tiempo, arrastran la suciedad y el maquillaje sin necesidad de frotar mientras se masajea con suavidad.
2. No hay maquillaje que se resista. Ni ''water-proof'' ni efecto ''tattoo'': tanto la cosmética de color como el desmaquillante en aceite tienen una base oleosa y, por afinidad, el limpiador atrapa mejor sus componentes del maquillaje.
Los aceites no alteran la barrera cutánea, por lo que no irritan ni las pieles más sensibles
3. ¿Piel grasa? ¿Y qué? Los aceites desmaquillantes no están contraindicados en este tipo de piel. Es más, estas necesitan la misma hidratación -o incluso más que las otras- para que no se produzca más sebo como reacción rebote.
4. Es el favorito de ojos y labios. Las pestañas solo requieren un toque con la yema de los dedos para que la máscara desaparezca, y la piel de los labios y el contorno de ojos queda perfectamente limpia y calmada.
5. La fórmula más urbana. La contaminación ambiental deposita sobre la piel material particulado, una mezcla de partículas líquidas y sólidas de una gran capacidad irritante y causante de radicales libres e inflamación. Para retirarlas -y así limitar el daño que la polución produce en la piel- nada como las fórmulas en aceite, que, gracias a su base oleosa, son capaces de atraparlas como un imán y arrastrar ese material particulado de forma eficaz, sin introducirlo más en la piel.