Si tuviéramos que explicar la industria de la cosmética a un marciano recién llegado a la Tierra, sería inevitable citar la mayor de sus mutaciones: la sostenibilidad. El origen, la forma de producir los ingredientes y el sistema de envasado están el punto de mira puesto que son los procesos de mayor impacto medioambiental. Sin embargo, no siempre se trata de evitar el plástico o de elegir un producto vegano.
Por ello, Eva Raya, cosmetóloga y co-creadora de la firma natural Premium Alice in Beautyland, nos despeja las dudas.
''La tendencia actual es discriminar el plástico como material de envasado. Sin embargo, utiliza menos energía con respecto a otros materiales. Es más ligero, con lo que el combustible utilizado para su transporte es menor, y es reciclable en muchos casos. No se trata de enaltecerlo, pero hay que ser conscientes de que el impacto que tienen otras alternativas aparentemente mejores, a veces no lo son tanto. Hay estudios que han determinado que las bolsas de plástico reutilizables son más ecológicas que las de papel o algodón. Lo esencial es hacer una buena cadena de reciclado con cualquier material e invertir en I+D para dar paso a nuevos descubrimientos biodegradables desde toda la industria'', comenta Eva Raya.
''Todo producto cosmético debe envasarse con unas condiciones mínimas adecuadas que garanticen la seguridad del mismo''
En cuando al envasado, la experta asegura que ''todo producto cosmético debe envasarse con unas condiciones mínimas adecuadas que garanticen la seguridad del mismo, tales como estanquidad o migración de componentes. Algunos envases aparentemente más reciclables no son tan inocuos con la transmisión de partículas al producto. Los metales y grasas, especialmente, no son una buena combinación en cosmética o alimentación, y algunas formas de envasado que se utilizaban antiguamente no pasarían los controles que se exigen hoy en día''.
Por otro lado, aunque el veganismo es una filosofía de vida, ''en la industria cosmética un producto vegano es aquel que ha sido fabricado sin ingredientes de origen animal (baba de caracol, jalea real, polvo de perla, veneno de serpiente, etc...). Esto no significa que un producto sea más sostenible, natural o ecológico según la regulación cosmética: puede ser todo lo contrario y depende más de la filosofía y valores de la marca'', señala Eva Raya.
Desde Alice in Beautyland recomiendan su crema hidratante 24h Make My Day, con hidrolatos (aguas florales de rosa damascena y azahar), xeradin TM (activo hidratante 24h), happy skin (activo de neurocosmética), manteca de karité, aceites de almendras, sésamo y semilla de uva y aceite de ylang ylang; y su maquillaje mineral Beauty Me, con diamante, amatista, piedra luna, rubí, polvo de perlas y protección solar con filtros físicos.