Una de las cosas que más nos molestan cuando somos adolescentes es la aparición de los puntos negros y granitos que van dejando huella en nuestra piel. Pero el problema es que a muchas personas estas imperfecciones no les desaparecen con el paso de los años, aunque los brotes no sean tan fuertes como cuando se era más joven.
Además, hay factores que pueden propiciar el exceso de sebo en la piel, como son el calor y el sudor típicos del verano. Si este es tu caso, hoy te vamos a explicar las razones por las que deberías incorporar a tu rutina de cuidado facial un producto muy especial y natural: el aceite de moringa. ¿Quieres saber por qué? ¡No dejes de leer!
PROPIEDADES DEL ACEITE DE MORINGA
El aceite de moringa es originario de la India y es cada vez más común en la industria cosmética, ya que actúa contra las imperfecciones y cicatrices. Además, pueden utilizarlo todo tipo de pieles, por lo que cada vez está ganando más adeptos y adeptas en todo el mundo. Hidrata la piel en profundidad, dándole un aspecto suave, y manteniendo bajo control la producción natural de sebo.
Por lo tanto, además de evitar la aparición de grandes brotes de acné, regula los brillos de la piel y por su efecto antimicrobiano, previene la formación de puntos negros. Al mismo tiempo, combate las impurezas que generan los granitos, regenerando los tejidos cutáneos y, por ende, mantiene el bienestar de la piel reduciendo los signos de expresión.
Las semillas de la moringa contienen aceite con un alto porcentaje de ácidos grasos y vitaminas C y E, que protegen frente a la degradación oxidativa
En aplicación facial, lo que más te recomendamos es que empapes un algodón en el producto y deslizarlo cuidadosamente sobre la zona afectada. Pero si lo que necesitas es una buena dosis de hidratación, entonces será mejor que pongas unas gotas de aceite de moringa en tu crema facial y después, restriegues como de normal.
PRODUCTO RECOMENDADO
El Pore Cleaner Bubble Foam de Belif es una mascarilla que deja la piel lisa y sin imperfecciones con el aceite de moringa como ingrediente estrella. Con textura de gel que se convierte en espuma, deja la piel ultra suave y libre de suciedad, logrando así una limpieza profunda de los poros. También deja el tono de la piel más uniforme y al instante. Está formulado con antioxidantes clarificantes y calmantes, como la rosa de mosqueta, menta manzana y eucalipto, y con extracto de aceite de moringa, otro potente antioxidante y desintoxicante con toda las ventajas que hemos comentado anteriormente.
Esta espuma crea microburbujas efervescentes para mejorar la experiencia sensorial durante su aplicación y se recomienda utilizar después de la limpieza, con 2 o 3 dosis de producto sobre la piel seca. Después de un minuto de actuación durante el que se forman las microburbujas, se debe masajear suavemente para exfoliar y, posteriormente, limpiar la piel con agua tibia. Desde Belif recomiendan su aplicación entre dos y tres veces por semana.