El otoño es una época ideal para reparar nuestra piel de los excesos del verano y, a la vez, protegerla de los cambios drásticos del tiempo que afectan directamente a nuestro cutis.
Anna Alocén, responsable de I+D+i de The Essentials Cosmetics y Máster en Dermofarmacia y Cosmetología, recuerda cuáles son los efectos de estos cambios de temperatura en nuestra piel. ''En otoño e invierno la humedad y la temperatura bajan, por ello nuestra piel necesita más hidratación. El objetivo es no perder elasticidad y prevenir posibles daños provocados por el frío, por eso resulta imprescindible contar con una rutina de skin care'', detalla.
RUTINA PARA CUIDAR LA PIEL DEL FRÍO
La rutina recomendada por la experta incluye estos sencillos pasos, destinados a proteger y mimar la piel durante los próximos meses.
1. Limpieza. Toda rutina de belleza comienza con la limpieza del rostro. Por ello, Alocén aconseja usar productos de higiene suaves que no alteren la capa externa de la piel, como son las aguas micelares. ''El agua micelar es un buen limpiador que elimina la suciedad o restos de maquillaje de tu piel, evitando su acumulación. Además, con una buena limpieza facial podremos evitar la aparición de algunos comedones, poros obstruidos que dan pie a puntos negros o espinillas'', explica.
Una opción es el uso diario de la Multifunctional Micellar water de The Essentials Cosmetics, siempre antes de aplicar cualquier producto cosmético. De esta forma, evitaremos el cúmulo de sustancias indeseables y obtendremos una piel limpia y preparada para el siguiente paso de la rutina.
El otoño es una época ideal para reparar nuestra piel de los excesos del verano y, a la vez, protegerla de los cambios drásticos del tiempo que afectan directamente a nuestro cutis
2. Tratamiento. En toda rutina de belleza también hay que cuidar de aquellos aspectos que hacen que nuestra piel no se vea tan deslumbrante como podría. Es el caso de las arrugas, que dejan huella en nuestro rostro. Por ello, Alocén aconseja el uso de sérums que revitalicen el cutis y tengan efecto preventivo. ''Es recomendable usar un sérum con efecto antiedad, como el Peptides Anti aging serum de The Essentials Cosmetics'', señala.
3. Hidratación. El siguiente paso a seguir es la hidratación. Tal y como señala Anna Alocén, este paso se debe tener en cuenta en función de nuestro tipo de piel o nuestra edad. ''La hidratación es importante, pero cada piel tiene unas necesidades específicas según sus características y el ambiente térmico'', concreta la experta, quien explica que, en los inviernos más húmedos, ''necesitaremos esa aportación de hidratación con texturas ligeras y no muy untuosas para que la cara no se sienta pesada'', manifiesta la experta.
4. Protección. A pesar de que en invierno su uso pueda parecer innecesario, los expertos recalcan la importancia de usar protección solar los 365 días del año. Y cuanto más alta, mejor. El uso de cremas solares, como la DNA Sun Defense de The Essentials Cosmetics, evitará quemaduras y la irradiación de los rayos UVA en la piel, lo que también previene su envejecimiento prematuro. Según Alocén, el sol es ''el mayor enemigo'' de la piel.
No obstante, si en verano no se tuvo la suficiente precaución y se comienza a notar la aparición de manchas cutáneas en zonas como la cara, las manos o el escote, también es necesario el uso de cremas despigmentantes que ayuden a aclarar las pieles de las hiperpigmentaciones producidas por el sol.
HÁBITOS Y ALIMENTACIÓN SALUDABLES
Asimismo, es importante llevar unos hábitos saludables para mimar con más detalle nuestra piel. ''Fumar o estar en ambientes cargados de humo envejece la epidermis y la apaga'', especifica la experta. En este sentido, el consumo habitual de alcohol también perjudica a nuestro cutis, ya que disminuye la producción de colágeno y, consecuentemente, se pierde elasticidad, firmeza y luminosidad.
La alimentación también juega un papel importante en el cuidado de la piel. Tal y como destaca Alocén, para tener una piel sana hay que evitar técnicas culinarias no saludables y eliminar -o reducir- al máximolos azúcares, los alimentos procesados, los refinados, los fritos o las carnes rojas. ''De esta forma, ayudamos a que la piel pueda cumplir correctamente una de sus funciones principales: protegernos frente a factores externos'', afirma.