La vitamina C, además de ser muy importante para el organismo, también lo es para la piel.
Por ello, Julia García, fundadora de Journey to Julia, te cuenta los motivos por los que debes incluir una hidratante con vitamina C en tu rutina diaria.
''La piel necesita la C porque es un potente antioxidante que ayuda a recuperar la elasticidad y la luminosidad'', señala la experta.
La crema de día Radiance Superdefense con vitamina C, contiene la combinación perfecta de activos naturales para cuidar tu piel durante el día.
''Su alto contenido de vitamina C y ácido hialurónico de origen vegetal aportan una gran cantidad beneficios a tu piel para que se mantenga joven, luminosa y aterciopelada. Es una crema ligera de rápida absorción con un delicado y refrescante aroma a bergamota y limón'', añade.
¿Qué ocurre si hay carencia de vitamina? Cuando la piel pierde vitamina C tiene un envejecimiento prematuro, pierde firmeza, salen manchas y aumentan las líneas de expresión. Además, pierde brillo y luminosidad natural. Por todo ello a la C se le considera una vitamina esencial, no solo como antioxidante, sino por su efecto antienvejecimiento.
En este sentido, las ventajas de la vitamina C en una crema son numerosas. Por un lado, una crema con vitamina C frena la pérdida de agua de la piel. Es decir, además de ingerir alimentos ricos en este nutriente, su aplicación cutánea también ayuda a mantener unos niveles óptimos de hidratación y a impedir su pérdida transdérmica.
Por otro lado, la vitamina C ayuda en la lucha contra los efectos nocivos de los rayos UV en la piel. No significa que una crema con vitamina C sirva como fotoprotector, pero favorece la defensa de los verdaderos filtros.
Finalmente, esta vitamina destaca porque potencia la síntesis de colágeno. De modo que, su aplicación cutánea, a través de cremas antiarrugas, favorece la recuperación de la elasticidad y la firmeza de la piel.