Vitamina F, la gran desconocida que regenera la piel y combate los signos de la edad

La vitamina F es uno de los activos más desconocidos y más efectivos a la hora de prevenir los signos de envejecimiento. Es muy compatible con otros principios e ideal para todo tipo de pieles.

Mujer usando un sérum facial (Foto. Freepik)
Mujer usando un sérum facial (Foto. Freepik)
1 mayo 2024 | 10:00 h

Muchas vitaminas como la C o la E forman parte de nuestro día a día. La vitamina F, en cambio, es algo más desconocida pero tiene múltiples beneficios. Es conocida por ser un “abrigo para la piel” y sirve especialmente en los cambios de estación, cuando el cutis más se resiente.

Esta vitamina está constituida por tres ácidos grasos esenciales que estimulan la actividad celular, participan en la barrera cutánea, aportan efecto calmante y evitan la pérdida de agua transepidérmica, una capacidad que permite recuperar y mantener el grado de hidratación normal de la piel. Además, la Vitamina F es muy beneficiosa contra el acné, es un potente aliado contra el envejecimiento prematuro y restaura la flexibilidad y el brillo de la piel. Ante ello, son varios los productos que optan por incluir este activo en sus formulaciones y combinarlo con otros activos.

Aporta un efecto calmante y evita la pérdida de agua

Un ejemplo, son los ácidos, que están cada vez más de moda en cosmética. Consisten en unas sustancias químicas o naturales que actúan en la piel estimulando la exfoliación natural de las células epidérmicas del estrato córneo, al interferir en los enlaces intercelulares entre las células. Elimina las células más antiguas y mejora el aspecto exterior de la piel.

EL SÉRUMS

Los hidroxiácidos, que tienen la capacidad en la dermis, de estimular la producción de ácido hialurónico; mejorar la calidad de las fibras de elastina y colágeno, así como la densidad y cantidad. Existen varios tipos: los alfahidroxiácidos o AHAs, ácidos carboxilados hidrosolubles; los betahidroxiácidos o BHAs son liposolubles y penetran en la piel a través de los folículos sebáceos y los polihidroxiacidos o PHAs son igualmente hidrosolubles, pero mucho más grandes, por lo que su acción es mucho más superficial. A esta última clase pertenece el ácido lactobiónico, junto con la gluconolactona.

El ácido lactobiónico se obtiene de la oxidación de la lactosa y es muy soluble en agua. Además de ser de los más novedosos, es específico para pieles sensibles, incluso con acné o rosácea. Apenas irrita la piel, adiferencia de todos los ácidos, al tener un efecto exfoliante suave y ser más hidratante. Además, también es antioxidante, por lo que ayuda a la regeneración de la piel y a que no envejezca prematuramente, siendo compatible con el sol. Desde Laviderm, recomiendan Bionic Complex, un tratamiento de renovación celular con efecto antioxidante e hidratante, apto para todo tipo de pieles. Y con una importante fuente de vitamina F que contribuye a la regeneración.

EN PROTECTORES SOLARES 

Usar protección solar durante todo el año es imprescindible, pero combinar un producto con filtros solares junto con activos astringentes puede ser muy beneficioso. Un ejemplo de ello son las cremas de protección solar con ingredientes antiedad, como el ácido hialurónico, para combatir las arrugas e hidratar la piel a todos los niveles, manteniendo la humedad y aumentando la firmeza; la centella asiática para alisar, unificar y calmar la piel.

Todos estos activos junto al efecto de la vitamina F, que actúa retenedor de agua, son la combinación perfecta para proteger la tez de cara al verano

Desde Tegoder Cosmetics recomiendan Sun Block Oil Free 50+, crema solar facial libre de aceites, apta para todo tipo de pieles, especialmente para pieles mixtas, grasas y acnéicas.

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