La granada, además de ser una fruta que proporciona numerosos beneficios para el organismo, también lo hace para la piel.
En este sentido, esta maravillosa fruta destaca por su espectacular belleza y está muy ligada a la feminidad. Las dulces y sabrosas pepitas rojas que se distribuyen con un espectacular diseño, en bonitos círculos coronados por el blanco que las protege, tienen unas propiedades increíbles para la piel.
El secreto está en que el 95% de sus ingredientes son de origen natural: jengibre, escina, aceite de pimienta rosa, menta, cafeína, aceite de argán y, por supuesto, granada, que activa la eliminación de lípidos y evita su almacenamiento. Además, reduce el estrés oxidativo, gracias a su contenido en taninos, aminoácidos y vitaminas A, C, E y Omega-5.
Presenta un perfume 100% natural con agradable fragancia campestre, gracias a los aceites esenciales de naranja, geranio y lavanda.