Durante el verano es normal ser menos estrictos con el cuidado de la piel. Movernos de nuestra residencia habitual hace que no seamos tan metódicos con las rutinas beauty, bien por el cambio de horarios y el aumento de planes, o por no disponer de todo el material necesario. Es por ello que la rentrée es el momento perfecto para retomar las buenas costumbres y puesta a punto.
Uno de los grandes olvidados y que mayores beneficios nos aporta, especialmente tras la exposición solar, es la exfoliación de la piel y no solo a nivel facial, como más extendida está comúnmente, sino a nivel corporal, que resulta muy necesaria y beneficiosa.
La exfoliación es el paso cero para conseguir los mejores resultados de cualquier tratamiento, entre ellos los reductores y anticelulíticos. Está demostrado que una piel exfoliada es una piel limpia, oxigenada y libre de células muertas, lo que permite que penetren mejor los productos que apliquemos posteriormente, potencia su absorción y resultan mucho más eficaces. Además, mejora la formación de nuevas células, de colágeno y la captación de agua externa, con lo que se consigue una mayor hidratación y firmeza de la piel. Algo que se traduce también en una mejora de la fineza y el brillo del poro cutáneo.
Somatoline Cosmetic lo sabe y por eso cuenta con el Exfoliante Scrub Pink Salt entre sus productos. Un gel exfoliante especialmente indicado para las pieles sensibles, ya que el 100% de sus principios activos son de origen natural. Su fórmula contiene sal rosa del Himalaya, además de aceite de arándano, de soja y de girasol, arándano micronizado y otros activos cosméticos específicos.
¿Los resultados? Revitaliza e ilumina la piel; exfolia y alisa la epidermis, eliminando las impurezas y células muertas; ayuda a estimular la microcirculación cutánea gracias al masaje exfoliante; y garantiza un elevado aporte de hidratación a los tejidos cutáneos, favoreciendo la penetración de los tratamientos cosméticos posteriores.