Aproximadamente el 80% de los adolescentes ha padecido, con mayor o menor severidad, acné. Así lo constata la doctora Sabrina Kindem, dermatóloga de la clínica Ivade de Valencia, según lo observado en consulta. Esta enfermedad de la piel no solo afecta físicamente, sino también a la autoestima de los adolescentes y añade la doctora que ''lo que les causa más alarma es precisamente el impacto estético, las lesiones que ven los demás''.
Especialmente entre las mujeres jóvenes es muy frecuente recurrir al maquillaje para disimular o cubrir las lesiones producidas por esta patología. En este caso, la doctora apunta que ''el uso masivo de cosméticos o maquillaje, en ocasiones, empeora los cuadros de acné''. Además, ''hay que tener en cuenta que muchos opinan sobre el acné, lo que lleva al paciente a comprar o utilizar cremas sin beneficio que solo traen una mayor frustración. Acudir a un especialista a tiempo evita sufrimientos innecesarios''.
Sobre las pautas para el cuidado de la piel adolescente con acné, la doctora Kindem recomienda ''no abusar de los cosméticos y utilizar las cremas pautadas por el dermatólogo, mantener una buena higiene de la piel con un limpiador específico diario, y llevar una dieta equilibrada, ya que se ha demostrado que una alimentación rica en verduras y frutas aporta vitamina A y C, lo que ayuda a tener una piel más sana y bonita''.
Aproximadamente el 80% de los adolescentes ha padecido, con mayor o menor severidad, acné
En cuanto al tratamiento del acné, ''las pautas correctas de higiene pueden ayudar en casos de acné juvenil leve, pero si este es moderado se necesita ayuda médica'', señala la doctora. Frente a casos medios y severos, ''los dermatólogos comenzamos prescribiendo tratamientos tópicos, con cremas que llevan antibiótico asociado a ácido retinoico, salicílico o glicólico, entre otros''. Para pacientes con un acné más severo se procede con un tratamiento oral con isotretinoína o tetraciclinas. ''En la clínica ofrecemos la terapia con fluorescencia que, además de ser segura para el paciente y no ocasionar efectos secundarios, resulta cómoda para la privacidad, ya que elimina las lesiones'', explica la doctora.
Precisamente esta es la tecnología utilizada en Kleresca Acne Treatment, un método efectivo contra el acné y no invasivo respecto al paciente, logrando una mejora tanto de las lesiones del acné activo como de las cicatrices. El tratamiento se realiza aplicando un gel fotoconversor especialmente formulado sobre la piel del paciente, que se coloca bajo la lámpara de luz azul de Kleresca. Cuando esta luz incide sobre el gel -generando apenas una sensación de calor- los cromóforos contenidos en el mismo convierten la luz en fluorescencia que penetra en la piel a diferentes longitudes de onda,reduciendo los signos del acné y la inflamación, y atenuando las cicatrices.
La terapia con fluorescencia consigue algo realmente innovador: que la propia piel comience a ''funcionar bien'' por sí misma. Esta activación de los mecanismos de reparación internos de la piel se proyecta, además, a largo plazo, de modo que la mejoría continúa progresando tiempo después de finalizar el tratamiento.
La duración estándar de Kleresca Acne Treatment consiste en dos sesiones semanales durante seis semanas, dependiendo de la severidad del caso. Cada sesión requiere solo nueve minutos de exposición bajo la lámpara, siempre bajo la supervisión de un especialista. Además, la terapia biofotónica no es fotosensibilizante, por lo que otra de las ventajas evidentes de Kleresca es que se puede aplicar en cualquier momento del año, incluso durante el verano.