Distingues sin vacilar entre iluminador y corrector, dominas el eyeliner más alambicado en la circunstancia más peregrina y -y aquí viene el plato fuerte- combinas hasta 3 texturas de sombras con el aplomo de una profesional. En cuanto dejes de meter la pata con el colorete, lo tendrás todo.
Por ello, Eva Raya, cosmetóloga y co-creadora de Alice in Beautyland, te da las claves para aplicar bien el colorete. ¡Apunta!
1. Adapta el color a tu tono base. Entre el verano y el invierno hay muchos matices de tono y es recomendable tratar de acompasarse a ellos para que el colorete cumpla con su principal función: favorecer. Conocer el tono base es esencial, así como cumplir con ciertas pautas de color. Eva Raya explica que ''si queremos conseguir un acabado natural, lo más importante es dar con el color adecuado para nuestra piel determinando el subtono de esta. Hay 4 subtonos diferentes: mediterráneo, dorado, neutro y dorado. A las pieles de subtono mediterráneo y dorado les favorecen mucho los tonos melocotón y tostados, mientras que a las pieles de subtono neutro y rosado les favorecen más los rosados''.
2. Aplicación inteligente. ''El colorete debe aplicarse de forma sutil, muy difuminado'', matiza Eva Raya, quien añade que ''siempre es mejor empezar con poca cantidad y repetir la operación hasta conseguir el acabado perfecto, sin pasarse''. ''El punto de aplicación es muy importante porque cambia completamente el resultado final del maquillaje. Si aplicamos el colorete debajo de las mejillas nos dará la impresión de un rostro envejecido y cansado, justo lo contrario que buscamos. El punto ideal es sobre las manzanas de las mejillas, realizando un movimiento diagonal ascendente hacia el exterior del rostro. Utilizaremos esponja o brocha dependiendo de la textura del producto. La esponja funciona mejor con texturas líquidas y cremosas, y la brocha con texturas en polvo. Siempre podemos utilizar los dedos con ambas versiones, pero las herramientas adecuadas dan siempre un resultado más profesional'', señala Eva Raya.
Entre el verano y el invierno hay muchos matices de tono y es recomendable tratar de acompasarse a ellos para que el colorete cumpla con su principal función: favorecer
3. Bacterias en las brochas: el enemigo silencioso. ''Parece una tontería, pero soplar las brochas para retirar el exceso de producto es un error muy extendido que puede desembocar en problemas en la piel'', advierte la cosmetóloga. ''Una vez recogido el polvo con la brocha, se puede retirar el exceso dando unos toques al aire. ¡Nada de expandir miles de bacterias sobre el rostro! Además, es imprescindible limpiar bien las brochas, al menos una vez al mes. Se puede hacer con jabón neutro y agua tibia'', comenta la experta.
4. Exprime el potencial de tu colorete. ''El mismo producto te puede servir para subir el tono de tus mejillas y labios. Favorece, ahorra espacio en el neceser y además es tendencia. Para ello, solo tendrás que añadir un poco de bálsamo labial a los polvos de colorete y aplicar la mezcla sobre tu boca. Otra idea es mezclar dos tonos distintos de colorete para personalizar el rubor. Lo mejor en este caso es hacer la mezcla con la propia brocha, así es más fácil dar con el tono deseado'', añade Eva Raya.
5. Haz que dure. ''Nos tocamos la cara durante todo el día, de modo que lo más natural es que el colorete acabe en cualquier parte. Ayuda mucho preparar bien la piel antes del maquillaje (limpieza, hidratación y fotoprotector solar) y retocar con polvos de acabado o maquillaje mineral que ‘retenga’ los pigmentos'', concluye la co-creadora de Alice in Beautyland.
Alice in Beautyland recomienda su colorete mineral con diamante, rubí, polvo de amatista, piedra luna, polvo de perlas, óxido de zinc, dióxido de titanio (antiinflamatorios que actúan como filtros solares naturales), silíceo (favorece la síntesis de colágeno y aporta elasticidad a la piel), caolín (regula la producción de grasa) y mica (ilumina y suaviza la piel). Disponible en 5 tonos: Cheerful, Creative, Curious (iluminador), Creative, Explorer (estos dos últimos son los best-sellers por ser los más parecidos al rubor natural).