La mayoría de nosotras utiliza productos cosméticos por su cuenta, es decir, no acude a un especialista para que le atienda y prescriba el producto que su piel necesita.
La medicina cosmética ha avanzado mucho en los últimos años, pues prácticamente todas las personas usan cosméticos a diario. Al ser una costumbre generalizada hay una inercia bastante extendida al autoconsumo, lo que aumenta significativamente los efectos adversos.
"Cada persona es única, y su piel también lo es"
Inmaculada Canterla, farmacéutica especialista en dermocosmética y antiaging, es una de las grandes defensoras de nuestro país de la importancia de que sea un profesional el que prescriba qué cosméticos han de aplicarse sobre la piel, como medicamentos de un órgano más de nuestro cuerpo que tiene sus necesidades específicas y que solo el experto conoce.
Llevados por la costumbre del autoconsumo nace lo que Inmaculada llama "paciente experto", el cual de forma individual toma decisiones sobre su tratamiento, "juzga con 'sus criterios no profesionales' que producto es bueno o malo y saca sus propias conclusiones, la mayoría de veces erróneas".
ERRORES MÁS COMUNES DE LA AUTOPRESCRIPCIÓN
- Pensar que la vía de administración tópica es poco invasiva. Esto relaja los sistemas de alarma y anima a desviarse de lo prescrito. A esta creencia se le une el pensamiento que la piel es algo “superficial”, lo que genera aún menos preocupación.
- No seguir las pautas prescritas por el profesional. Si una crema es de día, no es de noche, y si debe utilizarse días alternos para evitar irritación, no puede utilizarse cada día. Las indicaciones se deben seguir.
- Utilizar productos no indicados para las necesidades específicas de cada tipo de piel. Debemos tener cautela con los productos utilizados, ya que estos pueden dañar nuestra piel.
"Prescribir cosméticos y crear una buena rutina de belleza no es fácil. No todo vale para todos. Y cada piel muestra una respuesta diferente a un mismo producto, incluso una misma piel reacciona distinta en uno u otro momento. Cada persona es única, y su piel también lo es", concluye la experta.