Conservantes cosméticos: ¿sí o no? Su ausencia no siempre es una garantía para la piel. Incluso, como señala Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty, es potencialmente más peligroso aplicar un producto ''sin conservantes'' que uno que contenga una mezcla eficaz a la dosis recomendada.
¿Quieres saber más? La pandemia mundial que estamos viviendo nos ha hecho más conscientes de que los microorganismos están en todas partes y también en nuestros productos cosméticos.
Como explica Pedro Catalá, ''estos se caracterizan por su capacidad para multiplicarse y crecer rápidamente, y los cosméticos son el caldo de cultivo perfectos para ellos, en especial los que contienen agua en su formulación''. Y eso no es bueno. Por eso, los conservantes son necesarios.
¿CONTAMINADO O MICROBIOLÓGICAMENTE PURO?
Los productos libres de conservantes se contaminan con facilidad y lo ideal para la piel y el organismo en general es entrar únicamente en contacto con productos microbiológicamente puros.
Identificar un cosmético contaminado es fácil. ''Tiene un olor desagradable, emisión de gases, un color anormal, las fases del producto se separan y disminuyen su eficacia y, en el peor de los casos, se forman sustancias tóxicas que pueden resultar dañinas'', explica el experto.
En cuanto a los síntomas en la piel al aplicar un producto en mal estado, Catalá detalla los más comunes, ''erupciones, enrojecimiento, picazón y pústulas, y son más graves si se producen en la zona de los ojos''.
Es potencialmente más peligroso aplicar un producto ''sin conservantes'' que uno que contenga una mezcla eficaz a la dosis recomendada
Por ese motivo, como añade el farmacéutico, ''además de que las firmas cosméticas trabajen en un ambiente aséptico y cumplan con las GMP, es necesario el uso de un conservante para asegurar un cosmético microbiológicamente puro''.
9 VERDADES SOBRE LOS CONSERVANTES
1. Lee bien la lista de los ingredientes. Un producto sin conservantes podría llevar ingredientes como el ácido sórbico o el ácido benzoico, que si bien son menos conocidos, también son conservantes.
2. No todos son peligrosos. Los conservantes tienen un riesgo mayor que otros ingredientes de desarrollar una reacción alérgica, pero algunos tienen un buen perfil de seguridad.
3. Cuidado con los productos para el contorno de los ojos y la cosmética pediátrica. Las dos categorías de productos en las que debemos tener más precauciones y mirar con lupa los conservantes son las de los cosméticos que aplicamos alrededor de los ojos y los destinados a la piel infantil.
4. Alerta con la cosmética que te habla de conservantes naturales. Por ejemplo el propóleo y algunos aceites esenciales tienen propiedades antimicrobianas, pero a la hora de formular, se necesitarían dosis muy elevadas para que funcionaran, lo cual no es viable.
Un producto sin conservantes podría llevar ingredientes como el ácido sórbico o el ácido benzoico, que si bien son menos conocidos, también son conservantes
5. Atentos a la palabra ''parfum'' en el código INCI. En ocasiones se refiere a una mezcla de aceites esenciales que tienen acción antiséptica, y sus proveedores los venden como una alternativa a los conservantes tradicionales. Cuidado porque no tienen un amplio espectro de acción y las dosis tendrían que ser muy altas y a la piel sensible le conviene evitarlos.
6. Los productos muy ácidos o alcalinos casi no necesitan conservantes. Son territorios muy hostiles para el crecimiento de bacterias. Por eso tienen menos necesidad de conservantes. Es el caso, por ejemplo, de los exfoliantes a base de ácidos o de las cremas depilatorias.
7. Extracto de semilla de pomelo. Una ''gran'' alternativa natural a los parabenos parecía ser el extracto de semilla de pomelo, pero tras realizar extensas pruebas, los científicos han encontrado en él triclosán y solventes sintéticos, así que no ha resultado ser una alternativa natural.
8. Precaución con el filtrado de fermento de raíz de rábano. Parece que ha demostrado ser un conservante natural eficaz, pero lo que no muestra la etiqueta es que contiene ácido salicílico, y no debería ser usado durante el embarazo.
9. Evita los que contengan metilisotiazolinona y metilcloroisotiazolinona. A veces, bajo la etiqueta ''sin parabenos'' encontramos estos otros conservantes que se han asociado a alergias de contacto.