Las coreanas lo saben. Usar un protector solar facial durante todo el año, pero, sobre todo en verano, es básico para una piel bonita. Sin embargo, no sirve con una crema exclusivamente con filtro solar, sino que además de la máxima protección, ellas la combinan con otros ingredientes antiedad, como el ácido hialurónico, para combatir las arrugas e hidratar la piel a todos los niveles, manteniendo la humedad y aumentando la firmeza; la centella asiática para alisar, unificar y calmar la piel y otros principios activos astringentes que eliminen el exceso de grasa y/o brillos. Acciones muy interesantes y necesarias en todo tipo de pieles, aunque, especialmente en las pieles mixtas y grasas.
Tegoder Cosmetics ha lanzado una línea de alta cosmética a la vanguardia a que combina ciencia y naturaleza y está formulada fundamentalmente para proteger el ADN celular de las agresiones externas, producidas sobre todo por la radiación solar.
Sun Block Oil Free 50+ es una crema solar facial libre de aceites, apta para todo tipo de pieles y especialmente idónea para pieles mixtas, grasas y acnéicas. Sin perfume y con protección solar muy alta (UVB/UVA), tiene una textura ligera que garantiza una aplicación cómoda, así como un acabado invisible.
Además previene el envejecimiento prematuro y la aparición de manchas. Hidrata y repara, puesto que contiene principios activos que sirven para mejorar el aspecto de la piel y regulan su correcto funcionamiento. Entre sus principios activos destacan:
Ácido hialurónico. Su función principal es mantener la piel lisa e hidratada, ya que es capaz de absorber hasta mil veces su peso en agua. Además, sirve como soporte del colágeno y de las fibras de elastina.
Centella asiática. Sus acciones principales son la cicatrizante, la regeneradora, y la renovadora, por ser capaz de estimular la activación fibroblástica y la producción de colágeno I y III, clave en su alto poder reepitelizante. Al mismo tiempo, desarrolla una importante actividad antiinflamatoria, vinculada principalmente al ácido madecásico y circulatoria, ya que protege y refuerza los vasos sanguíneos, por su alto contenido en flavonoides.
Té verde. Proporciona propiedades protectoras y estimulantes del metabolismo cutáneo. Actúa, junto a la vitamina E como filtro solar biológico por su alta capacidad antioxidante.
Agua de hamamelis. Propiedades astringentes, hemostáticas, antiinflamatorias, bactericidas y vasoconstrictoras.
Sauce. Fuente natural de ácido salicílico, por lo que posee acción renovadora, depurativa, reguladora de la secreción sebácea y antiséptica, al mismo tiempo que relaja las inflamaciones.
Vitamina E. Potente antioxidante de demostrada eficacia que actúa como filtro solar biológico, por combatir el estrés oxidativo en los tejidos. Además, favorece la reparación de la piel.
Vitamina F. Estimula la actividad celular, participa en la barrera cutánea, evita la pérdida de agua transepidérmica y aporta efecto calmante.