Con el verano aumenta el tiempo de exposición al sol, y las pieles grasas con imperfecciones pueden experimentar una cierta mejoría en estas primeras exposiciones, por la acción antiinflamatoria y antibiótica del sol. También, los granos y puntos negros tienden a remitir, la piel parece más mate, con menos grasa, y el color del bronceado ayuda a cubrir estas imperfecciones, mejorando el aspecto de la piel.
Sin embargo, tras la mejoría inicial, puede rebrotar el acné, incluso de forma más intensa. Y es que, el sol provoca una acumulación de radicales libres, una sobreproducción de sebo y un engrosamiento de la piel que obstruyen el folículo, empeorando el acné.
Con el verano aumenta el tiempo de exposición al sol, y las pieles grasas con imperfecciones pueden experimentar una cierta mejoría en estas primeras exposiciones, por la acción antiinflamatoria y antibiótica del sol
Además, las lesiones de acné pueden hiperpigmentarse con el sol, por tanto, en caso de exposición solar, hay que hacerlo siempre con un fotoprotector con FPS alto o muy alto, oil-free, adecuado para este tipo de piel y no descuidar el tratamiento habitual.
En este sentido, 4 de cada 10 mujeres mayores de 25 años sufre este problema, no siendo un problema exclusivo de la adolescencia. Por todo ello, es necesario combatirlo con un tratamiento específico y una estricta rutina diaria, como el Gel Limpiador, el Fluido Facial Hidratante Matificante y el Tratamiento 10% hidroxiácidos de la gama Eucerin Dermopure, perfectos para tratar la piel con impurezas y propensa al acné tras los meses estivales, tanto en adolescentes como en adultos.