El frío del invierno hace que las capas más externas de la piel se encojan y pierdan así su forma de hidratación natural, de tal forma que las capas cutáneas más profundas ganen debilidad. Consecuentemente, la piel termina secándose. Además de la sequedad se activan otros riesgos, como son la pigmentación irregular, la picazón o la liberación de sustancias inflamatorias.
En definitiva, la piel pierde resistencia y hace más difícil su reparación si el daño ha llegado demasiado lejos. Por lo tanto, es un problema que no podemos dejar pasar pero que afortunadamente cuenta con una solución: las ceramidas.
La producción de ceramidas disminuye con el paso del tiempo, por lo que conviene regenerarlas con productos cosméticos
¿QUÉ SON LAS CERAMIDAS?
Se trata de unos lípidos que se encuentran de forma natural en la bicapa lipídica de las membranas celulares y la unión intercelular. Gracias a ellas mantenemos la hidratación natural de la piel.
El problema es que su producción disminuye con el paso del tiempo, por lo que a medida que avanzan los años, debemos preocuparnos de regenerarlas mediante el uso diario de productos cosméticos que incluyan ceramidas en su composición o que mejoren la producción de estas.
PRODUCTO RECOMENDADO
Intelligent Frontier Facial Oil de Twelve Beauty es un sérum a base de aceites vegetales insaponificables de girasol, germen de trigo, soja y oliva que, además, contienen ceramidas. Gracias a estas materias grasas, este producto aporta una dosis de nutrición a la piel, fortaleciendo y solidificando las diferentes capas cutáneas.