Con el verano a la vuelta de la esquina, no podemos pensar en otra cosa que en la operación bikini y es cuando nos vienen las grandes dudas. Y es que, además de hacer dieta y ejercicio, ¿apoyarse en algún cosmético servirá de ayuda?
Pues sí. Por ejemplo, Somatoline Cosmetic tiene una amplia gama de productos que se adaptan a las necesidades de cada mujer. Sin embargo, antes de nada hay que saber qué producto necesitamos. Y es que, según un estudio realizado a 100 mujeres, se ha revelado que 3 de cada 10 no sabe las diferencias entre un anticelulítico y un reductor de grasa localizada.
En este sentido, necesitas un anticelulítico si lo que quieres es conseguir una piel fina, suave y tersa, eliminando la temida piel de naranja o celulitis. Esta es, básicamente, una acumulación de grasa y retención de líquidos que en mayor medida se concentra en glúteos, caderas, muslos y rodillas.
Los tratamientos anticelulíticos activan la microcirculación de las zonas afectadas, que gracias a sus principios activos son capaces de favorecer el drenaje de líquidos, consiguiendo deshacer los nódulos de grasa.
Por el contrario, el reductor va a ser tu mejor aliado si lo que buscas es remodelar tu silueta rebajando el volumen corporal. Estos tratamientos actúan expresamente sobre el tejido adiposo, donde se acaba almacenando la grasa que se va acumulando en determinadas partes del cuerpo.