El pasado año 2024 se llevaron a cabo un total de 90 investigaciones de efectos no deseados relacionados con el uso de productos cosméticos, según informa la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), a través del Informe Anual sobre Cosmetovigilancia correspondiente al año 2024. Aunque esta cifra puede parecer elevada, supone un 25% menos que el año anterior.
La cosmetovigilancia es un aspecto fundamental para fortalecer las garantías sanitarias de los productos que utilizarán los consumidores. Gracias al esfuerzo conjunto de profesionales sanitarios, industria y usuarios, se garantiza una mayor seguridad y protección para los consumidores. Actualmente, el portal de notificación de referencia es la herramienta electrónica NotificaCS, pues el 98% de las notificaciones recibidas por el Sistema Español de Cosmetovigilancia (SECV) fueron transmitidas por esta vía.
La cosmetovigilancia es un aspecto fundamental para fortalecer las garantías sanitarias de los productos que utilizarán los consumidores
El informe, además, detalla que, de las 104 notificaciones iniciales recibidas, fueron rechazadas únicamente 14, pudiéndose realizar la investigación completa en 90 de ellas. De estas últimas, 42 han sido realizadas por consumidores, 27 por industria y asociaciones empresariales, y 21 por profesionales sanitarios. Pero, ¿qué productos se vieron afectados? Las investigaciones se enfocaron en cosméticos destinados al cuidado de la piel, con un 53%; productos solares, con un 13%; productos de limpieza de la piel, con un 10%; y desodorantes, con un 7%.
¿QUÉ SÍNTOMAS SE NOTIFICARON?
Los efectos no deseados que más se repitieron en 2024 fueron la dermatitis inespecífica, con el 36% de las notificaciones, la dermatitis alérgica (22%), los síntomas oculares como irritación en los párpados o conjuntivitis (16%) y la dermatitis irritativa (11%). Un 40% de las investigaciones revestían gravedad, siendo este un porcentaje similar al año previo.
La dermatitis alérgica fue la reacción adversa grave más recurrente este año, ya que su diagnóstico se produjo en un tercio de los casos graves. En el 94% de los 36 casos graves notificados, el criterio de gravedad establecido fue el de incapacidad funcional temporal o permanente. Tras realizar una exhaustiva investigación, la AEMPS determinó que 88 de los casos no suponían un riesgo para la salud de la población general, pues los efectos no deseados se debían a reacciones del propio usuario.
Tras la evaluación global de los casos, no se detectó ninguna tendencia que indicara un riesgo emergente
Por otro lado, tras la evaluación global de los casos, no se detectó ninguna tendencia que indicara un riesgo emergente, y la Agencia comprobó un total de 58 certificados de liberación de lote de producto. Esto último se hizo con el objetivo de garantizar que se cumplía con los estándares de calidad, seguridad y eficacia antes de ser comercializados o distribuidos. Todos los certificados comprobados cumplían con las especificaciones particulares del producto.
Finalmente, el informe también pone en valor la labor europea que ha llevado a cabo la AEMPS en 2024. La Agencia participó en el establecimiento de protocolos y procedimientos conjuntos de trabajo, a través de puestas en común de los casos de cosmetovigilancia. Durante el último año, la AEMPS recibió un total de 277 investigaciones de Estados miembro, el cuádruple que el año pasado, incorporándolas a la base de datos del SECV. Este hecho supone una valiosa información epidemiológica que permite un análisis más eficiente de tendencias y una detección más ágil de riesgos emergentes.