Las zancadas o lounges se han convertido en un ejercicio básico del fitness. ''La razón no es otra que sus grandes beneficios para reafirmar -y perder volumen- en los glúteos, piernas e incluso el abdomen, siempre dependiendo del volumen e intensidad de la carga'', afirma Manu Álvarez, manager de Distrito 280 Clara del Rey. Y no solo eso, otros beneficios añadidos de este ejercicio es que mejoran el equilibrio, incrementan la flexibilidad de la cadera, corrigen la postura y trabajan la coordinación del tren inferior.
Por este motivo, este ejercicio tiene un peso importante en las rutinas de la cadena de boutiques de entrenamiento Distrito Estudio. Pero, ¿cómo hacerlas correctamente? Para que las zancadas generen realmente buenos resultados debemos tener en cuenta algunos consejos.
-Empecemos por dar un gran paso hacia delante con la pierna izquierda, de forma que tu rodilla forme un ángulo de 90 grados y la pierna que quede atrás se acerque al suelo. Posteriormente lanzar la misma pierna hacia atrás en una zancada trasera, sin tocar ningún punto entre medio.
Las zancadas son un ejercicio perfecto como quemagrasas (siempre dependiendo del volumen de repeticiones) y para trabajar músculos
-Repite este ejercicio, por ejemplo, 30 segundos del mismo lado y cambia a continuación para realizar las zancadas con la pierna derecha.
-Mientras estés realizando el movimiento, mantén tu pecho alto y la espalda recta.
-Para mantener un mejor equilibrio, puedes colocar ambas manos adelante, y no pares el movimiento hasta que completes el tiempo, realizando el ejercicio de forma breve y rápida.
Las zancadas son un ejercicio perfecto como quemagrasas (siempre dependiendo del volumen de repeticiones) y para trabajar músculos como los abductores, los glúteos, cuádriceps… Además, tiene multitud de variantes. ''Pero para que realmente generen todos estos resultados de forma exitosa, es imprescindibles hacerlas de la forma correcta, añadiendo la intensidad y carga adecuada'', añade el entrenador de la cadena Distrito Estudio.
Para ello, este experto de la cadena Distrito Estudio señala como importante no despegar el talón de la pierna que se desplaza. ''Si el talón de la pierna adelantada se despegase del suelo, la rodilla se iría hacia adelante superando la línea del pie, provocando una flexión excesiva de la articulación y llegando la tensión y la carga principalmente al tendón rotuliano, algo que no es beneficioso en absoluto pudiendo provocar molestias a medio plazo'', explica. Manu Álvarez nos recuerda también que en el caso de perder el apoyo del talón del pie adelantado, desviaremos la fuerza hacia otros músculos de las piernas, ''reduciendo también el equilibrio'', por lo que el ejercicio pierde eficacia.