Según la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), en España entre el 19% y el 28% de la población presenta intolerancia a la lactosa. Es muy probable entonces, que teniendo en cuenta los datos, conozcas a alguien que no puede comer alimentos con este azúcar.
Habitualmente, este tipo de intolerancia, al igual que la del gluten, suele aparecer durante la infancia, aunque tampoco es extraño que se desarrolle en edades más adultas y obligue a cambiar los hábitos alimenticios de un día para otro.
La lactosa es un azúcar que se encuentra en números alimentos, sobre todo la leche y sus derivados. En nuestro cuerpo es digerida por una enzima producida en el intestino delgado llamada lactasa y es la ausencia de esta enzima y la lactosa no digerida las que provocan la famosa intolerancia.
Los síntomas aparecen entre media hora y 2 horas tras tomar el lácteo
Entre los síntomas más frecuentes de este tipo de intolerancia se encuentran: el dolor e hinchazón abdominal, diarrea, flatulencias, retortijones, vómitos o náuseas. Normalmente, suelen aparecer entre media hora y dos horas después de haber ingerido los alimentos que contienen lactosa y desaparecen a las cinco o seis horas.
A día de hoy es sus causas son aún desconocidas. Tal y como explican desde Cinfa Salud, las una de las causas más comunes es la genética. También puede estar relacionada con otras enfermedades como la intolerancia al gluten, enfermedades intestinales, intolerancia a la proteína de la leche de vaca, la malabsorción u operaciones quirúrgicas del intestino.
Existen diferentes niveles de intolerancia: hay quienes pueden presentan síntomas con una pequeña cantidad de lactosa que tomen y quienes por el contrario lo presentan cuando toman grandes cantidades.
RECOMENDACIONES
Desde Cinfa recomiendan seguir una dieta muy estricta y evitar todos los alimentos que puedan contener lactosa y sus derivados.
Evitar el autodiagnóstico y evitar dejar de consumir lácteos sin consultarlo
Reducir el consumo de alimentos de leche y sus derivados
Siempre que puedas intenta tomar alimentos sin lactosa
Tomar alimentos ricos en calcio que o tiene naturaleza láctea como las acelgas, espinacas, sardinas y pescado blanco
Muy importante leer cuidadosamente las etiquetas de los alimentos envasados, pues la lactosa también está presente cuando en el etiquetado
Leer atentamente el prospecto de los medicamentos, ya que muchos de ellos pueden contener lactosa como excipiente