Hoy, 25 de junio, se celebra el Día Mundial del vitíligo, una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de parches blancos o despigmentados en diferentes áreas del cuerpo. El 2% de la población lo sufre y no existe una cura para acabar con esta enfermedad, por lo tanto, aún queda mucho trabajo por hacer.
El caso de la modelo Winnie Harlow, que tiene vitíligo, ha sido uno de los que más ha servido para visibilizar este problema entre la sociedad, pues ha logrado consolidar su posición en el tan exigente mundo de la moda, donde se persigue el canon de la perfección. La joven de raíces jamaicanas ha sido portada de varias campañas de moda y revistas muy exitosas en las que su imagen ha ayudado a ampliar la inclusión de la diversidad en la industria de la moda, que al final es la que marca las tendencias de lo que es ‘aceptable’ y lo que ’no’.
¿QUÉ ES EL VITÍLIGO?
Aunque no se conoce a ciencia exacta, se cree que el vitíligo es una enfermedad del sistema autoinmune en la que el cuerpo ataca y destruye los melanocitos, las células encargadas de producir la melanina que le dan color a la piel, cabello y ojos. Así, aparecen manchas blancas o muy claritas en diferentes zonas del cuerpo.
Estas manchas suelen presentarse en las partes del cuerpo más visibles y más expuestas al sol, como la cara, las manos, los pies y los brazos, y el tamaño, la forma y la cantidad de los parches suele variar considerablemente de una persona a otra. Además, pueden aparecer tanto a hombres como a mujeres de cualquier raza étnica, sin distinción.
El vitíligo puede generar grandes problemas de autoestima
El vitíligo también puede manifestarse a cualquier edad, desde la infancia hasta la adultez, aunque la mayoría de los casos se diagnostican antes de los 30 años. De hecho, cerca del 50% de las personas que lo sufren, lo desarrollan antes de los 20 años. En cualquier caso, su aparición puede ser repentina o de forma gradual y su progresión dependerá de cada persona en particular: algunas pueden permanecer con las mismas manchas blancas durante años, mientras que otras las desarrollarán paulatinamente con el paso del tiempo.
UNA ENFERMEDAD SIN CURA
Esta enfermedad es tan impredecible que incluso puede mejorar o empeorar, según la persona, con el paso de los años. Lo cierto es que las manchas no producen dolor o molestias físicas, pero sí que empeoran la calidad de vida de las personas que las padecen, puesto que generan grandes problemas de autoestima. Consecuentemente, estos pacientes pueden desarrollar ansiedad y depresión en diferentes grados.
Actualmente no existe una cura definitiva para el vitíligo, pero sí hay varias opciones de tratamientos disponibles para ayudar a mejorar la apariencia de la piel y controlar la progresión de la enfermedad. Estos tratamientos incluyen la aplicación de medicamentos tópicos o sistémicos, terapia con luz ultravioleta, injertos de piel o técnicas de camuflaje cosmético.