Rojeces, inflamaciones y picores en la piel son algunas de las señales que pueden avisarnos de que estamos sufriendo una urticaria por frío. Con las bajas temperaturas, nuestra piel es quien más sufre las consecuencias, haciendo que reduzca su producción de grasa, volviéndola más fina, delicada y propensa a afecciones dermatológicas.
Tal y como explican desde QuirónSalud, “se trata de una afección en la piel que aparece principalmente en jóvenes y en niños cuando entran en contacto con el frío intenso, ya sea con el viento en la calle o al sumergir el brazo en agua fría. Las manos y la cara son las más afectadas por la urticaria, aunque podría llegar a extenderse si el paciente sufre una mayor reacción”
¿Cómo saber si estoy sufriendo urticaria por frío? Los síntomas más habituales son los picores, ronchas, inflamaciones y marcas rojas, aunque también pueden darse situaciones más graves como mareos, pérdidas de conocimiento, dificultades para tragar y respirar o dolor en el abdomen.
TIPOS
Existen principalmente dos tipos de urticaria: primaria y secundaria.
Primaria. Es la más habitual. A día de hoy se desconoce cuál puede ser su causa, ya que puede estar relacionada con la toma de algunos medicamentos, con la tiroides u otras enfermedades que haya podido sufrir el paciente con anterioridad.
Secundaria. En los pacientes que sufren este tipo de afección, se detectan inmunoglobulinas en la sangre que reaccionan con frío, y que parecen estar relacionadas con dolencias más graves.
Desde Mayo Clinic además, recuerdan que existen una serie de factores que pueden influir en su aparición. Así por ejemplo, la urticaria por frío puede ser consecuencia de otras enfermedades como la hepatitis o el cáncer. Además, también puede ser hereditaria, provocando ronchas dolorosas.
PREVENCIÓN
Como tal, la urticaria por frío es un problema que no tiene un tratamiento fijo, si no que muchas veces con tomar una serie de precauciones se pueden controlar los síntomas y evitarlos en la medida de lo posible.
Desde QuirónSalud, aconsejan tomar las siguientes medidas para prevenirlo:
Usar guantes y prendas de ropa que protejan del frío
No practicar deportes a bajas temperaturas
No tomar bebidas y alimentos fríos
Evitar los baños con agua muy fría
Cuando la situación sea muy grave, usar corticoides y adrenalina
En reacciones más leves, recurrir al uso de antihistamínicos