Muchas de las terapias habituales para la psoriasis en adultos no son eficaces para los más jóvenes, lo que supone un reto para los dermatólogos a la hora de establecer un tratamiento adecuado. Un problema que no se puede ignorar, pues un tercio de los casos de psoriasis se da antes de cumplir los 20 años.
Por eso, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) se ha propuesto sensibilizar sobre las peculiaridades específicas que presenta esta enfermedad en los pacientes más jóvenes.
“Nuestro objetivo es concienciar de los retos que todavía presenta esta enfermedad e insistir en que este trastorno debe ser evaluado y tratado por un dermatólogo, el médico especialista en los problemas de la piel”, declara el doctor Pedro Jaén, presidente de la AEDV.
En la infancia y adolescencia, ciertos tipos de psoriasis son más frecuentes que en otras edades. Podemos destacar la psoriasis “en guttata” o en gotas, que suele estar precedida por una faringitis estreptocócica o una infección perianal. Además, las áreas más afectadas de los niños suelen ser el cuero cabelludo y la cara, seguidas por la superficie de las rodillas, los codos, el tronco y la ingle.
Aunque la psoriasis pediátrica se presente como leve, esta suele estar asociada a otras enfermedades
Se ha calculado que alrededor de un 30% de los casos de psoriasis debuta en la edad pediátrica, y si bien por lo general se suele considerar en la mayoría de los casos como una psoriasis leve, se sabe que se asocia a otros problemas que pueden alterar un desarrollo normal del niño.
Entre otros problemas, el riesgo de padecer psoriasis es directamente proporcional al de tener sobrepeso y obesidad mórbida. En efecto, el 30% de estos niños tiene síndrome metabólico. Un problema que solo incide en el 6% de la población general.
“Es importante resaltar que la tasa de comorbilidades en pacientes de menos de 20 años de edad es el doble en pacientes con psoriasis. Por esto, queremos insistir en la importancia de una correcta evaluación y seguimiento por parte del dermatólogo” señala el doctor Pedro Herranz, miembro del Grupo de Psoriasis de AEDV.
El dermatólogo es, en definitiva, quién proporciona apoyo y una terapia apropiada para cada paciente con el fin de conseguir el mejor control posible sobre la enfermedad.
De hecho, debido al aumento de los riesgos metabólicos asociados con el exceso de adiposidad central, se justifica una vigilancia temprana y una modificación del estilo de vida de estos pacientes.
No obstante, no sólo se presta atención a la parte física de la enfermedad. Según el dermatólogo Raúl de Lucas, miembro del Grupo de Dermatología Pediátrica de la AEDV, “los niños con psoriasis tienen más riesgo de desarrollar depresión y ansiedad. El desarrollo temprano de la psoriasis va asociado a mayores dificultades para expresar emociones y a una personalidad más vulnerable al estrés. Todo esto hace que el tratamiento de estos pacientes sea multifactorial y esté enfocado tanto a prevenir ciertas comorbilidades como a tratar la gravedad de los síntomas y evitar el impacto psicológico de la enfermedad”.
Desde la AEDV insisten en la necesidad de lograr tratamientos más eficaces para los pacientes más jóvenes.
Algunos fármacos tienen una evidencia limitada en pacientes pediátricos.
“Aunque la mayoría de los niños y adolescentes con psoriasis sólo precisan tratamiento tópico, es importante conocer las indicaciones y el manejo de las terapias sistémicas, ya que frecuentemente el paciente pediátrico está infratratado por miedo o desconocimiento. No obstante, no todas las opciones del adulto son aptas en la infancia. Algunos fármacos tienen una evidencia limitada en pacientes pediátricos, otros están aprobados a partir de los seis años y otros están en estudio”, argumenta Pedro Herranz.
Por su parte, Cristina Tiemblo, vocal nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, ha recordado que farmacéuticos y dermatólogos realizan una estrecha labor y que, desde la colaboración de estos dos sectores, se puede mejorar la adherencia al tratamiento y la calidad de vida de los pacientes.
“Podemos transmitir mensajes sobre la importancia de los hábitos diarios, tan simples como mantener una buena higiene o no aplicar perfume sobre la piel, que son fundamentales para una mejor calidad de vida”, explica Cristina Tiemblo.
Finalmente, el presidente de la AEDV reitera que “la mejor manera de luchar contra una enfermedad es conocerla y entenderla. Esto se consigue buscando información fiable y las mejores fuentes se encuentran en los especialistas en dermatología y webs de referencia como la de la Fundación Piel Sana de la AEDV donde familiares y pacientes pueden encontrar todos los aspectos relacionados con el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la psoriasis tanto en niños como en adultos. La academia, a través de su fundación, ha estado y está empeñada en mejorar el conocimiento de las enfermedades de la piel”.