Con el paso del tiempo seguramente has notado cambios en tu cuerpo que no puedes controlar por mucho que quieras y sí, es cierto que la forma corporal cambia a medida que se envejece y no siempre está en nuestra mano evitar que esto suceda, pero si podemos retrasar el proceso.
El cuerpo humano está compuesto de grasa, tejido magro, huesos y agua. Después de los 30 años, las personas tienden a perder tejido magro, por lo que sus músculos, hígado, riñón y otros órganos pueden perder algunas de sus células. Este proceso de pérdida de masa muscular se denomina atrofia.
La mala noticia es que la grasa corporal está en constante aumento. El tejido graso se acumula hacia el centro del cuerpo, incluso alrededor de los órganos internos, sin embargo, la capa de grasa debajo de la piel se vuelve más pequeña.
Después de los 30 años, las personas tienden a perder tejido magro, por lo que sus músculos, hígado, riñón y otros órganos pueden perder algunas de sus células
¿Existen cambios que diferencien a hombres y mujeres? Lo cierto es que los cambios de peso varían en función del género. Los hombres a menudo aumentan de peso hasta aproximadamente los 55 años y luego comienzan a perderlo más adelante. Esto puede estar relacionado con una caída en la hormona sexual masculina, la testosterona.
Las mujeres, por su parte, generalmente aumentan de peso hasta los 65 años, para luego, como ocurre con los hombres, se reduce.
HÁBITOS SALUDABLES
Nuestro ritmo de vida y los hábitos que llevamos a cabo en nuestra rutina, son un punto fundamental. Los hábitos de dieta y ejercicio pueden desempeñar un papel importante en los cambios de peso de una persona a lo largo de su vida.
Es por ello que algunas de las recomendaciones son:
- Hacer ejercicio de forma habitual
- Llevar una dieta saludable
- Reducir el consumo de alcohol
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